Los Warriors vencen a los Lakers 116-114 en la noche de Kobe
LOS ÁNGELES (AP) Kevin Durant anotó 36 puntos y rompió un empate con una canasta desde 22 pies cuando quedaban 7,3 segundos en la prórroga, y los Warriors de Golden State se impusieron 116-114 el lunes a los Lakers de Los Ángeles para conseguir su novena victoria seguida.
Klay Thompson sumó 17 puntos y 10 rebotes, y como se esperaba los actuales campeones de la NBA aguaron una noche de celebración para los Lakers, que retiraron los números de camiseta de Kobe Bryant durante una ceremonia en el descanso.
Esto fue por la noche de Kobe, dijo Durant con una sonrisa. Tenía que tirar para Kob.
Entre Durant y Thompson fallaron 31 de sus primeros 40 tiros, pero Durant acertó 4 de 4 en el tiempo añadido, cerrando con esa magnífica canasta al final.
Los Lakers tuvieron una oportunidad al final, pero David West bloqueó el tiro de Lonzo Ball y Brandon Ingram no logró encestar antes de la bocina.
Kyle Kuzma anotó 25 puntos como suplente e Ingram añadió 19 para los Lakers, que han perdido tres seguidos y ocho de 10.
Ball anotó 16 puntos, seis asistencias y seis rebotes.
Stephen Curry se quedó fuera por quinto juego consecutivo debido a un esguince de tobillo y Draymond Green se quedó fuera por cuarta ocasión en cinco juegos por dolor en el hombro derecho. Aun así, Durant y los Warriors tuvieron suficiente energía para manejar a los Lakers, que perdieron varias ocasiones en el tiempo regular para tomar el control del encuentro.
Los Lakers rindieron homenaje a Bryant colgando sus camisetas con los números 8 y 24 en lo alto del Staples Center, en un acto al que acudieron docenas de sus antiguos compañeros y rivales, de Shaquille ONeal a Allen Iverson.
Bryant sigue siendo el mayor anotador en la historia de la franquicia, y Magic Johnson le describió como el más grande que haya vestido el púrpura y oro.
En su breve intervención, Bryant dio las gracias a sus amigos y a los Lakers antes de dirigirse a sus tres hijas, que estaban junto a la cancha: Si trabajáis, si trabajáis lo bastante duro, entonces los sueños se hacen realidad.
Bryant no se quedó para la prórroga y se marchó con su familia.