Prevén que incendios en California seguirán creciendo
SANTA BARBARA, California, EE.UU. (AP) Los feroces incendios forestales en California ya son los cuartos peores en la historia del estado y probablemente seguirán creciendo debido a los persistentes vientos, vaticinaron el jueves las autoridades.
Los funcionarios dijeron que las llamas que amenazan a los condados de Ventura y Santa Bárbara abarcan 982 kilómetros cuadrados (379 millas cuadradas) superando al incendio en esa misma zona hace una década.
Los costos de la lucha contra la conflagración ascienden hasta ahora a 74,7 millones de dólares, calculó el Departamento de Protección Forestal de California.
Algunas órdenes de evacuación fueron revocadas y disminuía el riesgo para la comunidad agrícola de Fillmore. Pero enclaves costeros siguen amenazados a pesar de los intentos de los bomberos por evitar que las llamas alcancen a las casas en Montecito, Summerland y Carpintería.
Muchas escuelas y caminos estaban cerrados. Un partido de waterpolo entre Estados Unidos y Holanda que se iba a jugar en Santa Bárbara el sábado tuvo que ser reubicado al condado Orange.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las desfavorables condiciones climáticas podrían perdurar todo el fin de semana, incluyendo aire seco y fuertes vientos que el jueves se aproximaban a los 56 kilómetros por hora (35 millas por hora).
Los bomberos avanzaron un poco el miércoles en sus intentos por acorralar el incendio, que se adentró en terrenos de bosques nacionales.
Desde que empezaron a arder el 4 de diciembre, los incendios han destruido 970 estructuras, incluyendo unas 700 viviendas. Unas 18.000 estructuras están amenazadas y unas 100.000 personas han tenido que evacuar la zona. Se calcula sin embargo que el incendio está controlado en un 30%.
Más al sur, en el condado San Diego, el personal antiincendio casi logró contener otro siniestro que ardía desde hace una semana.
Ese incendio destruyó 157 estructuras, la mayoría de ellas en sus primeros instantes. Además mató a 46 caballos de carrera en un centro de entrenamiento de hípico, y dejó a un entrenador de caballos con quemaduras graves.