COI: Rusos podrán competir en Pyeongchang como neutrales
LAUSANA, Suiza (AP) Los atletas rusos podrán competir en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang y tendrán autorización para subir al podio en caso de que ganen alguna medalla. Pero no podrán escuchar el himno nacional de su país, ni verán izada su bandera.
El Comité Olímpico Internacional vetó a Rusia y a sus líderes deportivos de los Juegos del próximo año en Corea del Sur, después de que un investigador concluyó que miembros del gobierno ruso fraguaron un complot de dopaje en los Juegos de Invierno de 2014 en Sochi, que provocó daños sin precedentes al olimpismo y al deporte.
Así que en Pyeongchang no habrá ningún representante o emblema del comité olímpico ruso, ni funcionarios del ministerio de deportes, responsable por lo que los investigadores catalogaron como una conspiración a todos los niveles para manipular y hacer trampa, a fin de que los atletas rusos pudiesen doparse en Sochi sin ser descubiertos.
El castigo del COI deja la puerta abierta para que muchos atletas rusos compitan bajo la designación de Atleta Olímpico de Rusia (OAR, por sus siglas en inglés). Los candidatos tendrían que superar controles antidopaje y tampoco pueden haber estado involucrados con el complot en Sochi.
Si ganan, se levantaría la bandera olímpica y se entonaría el himno olímpico, asumiendo que el presidente ruso Vladimir Putin permita a los deportistas competir en la justa que se disputará del 9 al 25 de febrero. Putin ha dicho que sería humillante para Rusia si sus atletas participan sin los símbolos nacionales.
Un boicot olímpico jamás ha logrado algo, dijo en una conferencia de prensa el presidente del COI, Thomas Bach. Segundo, no encuentro un motivo para un boicot de los atletas rusos, porque permitiremos que los atletas limpios participen.
Alexander Zhukov, el presidente del comité olímpico ruso que también fue suspendido del COI, dijo a periodistas en Lausana que fue clave conservar el nombre Rusia entre los atletas que participen.
Serán llamados atletas rusos y no alguna variante de atletas neutrales... eso es muy importante, dijo Zhukov.
Pero esa victoria tendrá su costo, ya que el comité olímpico ruso no podrá participar en ninguna actividad en Corea del Sur al menos hasta la ceremonia de clausura.
Y en una bofetada para el país anfitrión de la Copa del Mundo del próximo año, el COI también vetó de por vida del movimiento olímpico al viceprimer ministro ruso Vitaly Mutko.
Mutko preside el comité organizador del Mundial de fútbol, y como ministro de deportes en 2014, estuvo involucrado en la conspiración de dopaje en Sochi, según determinaron dos comisiones del COI y otra investigación de la Agencia Mundial Antidopaje.
La junta del COI dejó muy clara su postura sobre la responsabilidad del señor Mutko, dijo Bach, quien rehusó comentar si es apropiado que la FIFA siga trabajando con un dirigente que también preside la federación rusa de fútbol.
En una ceremonia durante el sorteo del Mundial, el 1 de diciembre en el Kremlin, el presidente de la FIFA Gianni Infantino dijo que la decisión del COI no afectará al Mundial. La FIFA reiteró esa postura el martes en un comunicado.
El COI impuso también una multa de 15 millones de dólares al comité olímpico ruso para pagar por las investigaciones y financiar futuras medidas antidopaje.
Las sanciones podrían ser impugnadas ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Cualquier deportista ruso que espere obtener una invitación a Pyeongchang deberá pasar por un régimen de análisis más estrictos que los habituales. Debe carecer también de sanción alguna por dopaje en su expediente.
Las invitaciones serán otorgadas por un panel del COI que preside la exministra francesa del deporte Valerie Fourneyron.
El COI marginará también a los funcionarios rusos que ocuparon puestos directivos durante los Juegos de Sochi, y a los entrenadores o médicos vinculados con deportistas que dieron positivo de dopaje.
Dmitry Chernyshenko, director general de los Juegos de Sochi, ocupó también un puesto en el panel olímpico que supervisaba los Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing. Ha perdido ese cargo.
Rusia se ha negado insistentemente a aceptar que hubo un programa de dopaje auspiciado por el Estado. Esas negativas habrían incidido en que se mantengan vigentes las suspensiones impuestas a su federación de atletismo y a su dependencia antidopaje.
En vez de ello, Rusia acusa a Grigory Rodchenkov, exdirector de laboratorios de análisis en Moscú y Sochi, como un empleado que incurrió en actos indebidos. Autoridades rusas han pedido que el científico sea extraditado desde Estados Unidos, donde colabora como testigo protegido.