Capitán de submarino no consideró emergencia entrada de agua
BUENOS AIRES (AP) La Armada argentina informó el martes que el capitán del submarino ARA San Juan con 44 tripulantes a bordo no consideró una emergencia el ingreso de agua a la nave, que causó un cortocircuito en algunas de sus baterías horas antes de que desapareciera hace 13 días.
El portavoz de la Armada, capitán Enrique Balbi, dijo en rueda de prensa que en ningún momento ni el comandante del submarino desaparecido el 15 de noviembre ni su comandante superior desde tierra consideraron ese hecho ni como una emergencia, ni como una avería de gran magnitud.
Si hubiese sido una emergencia él (capitán del submarino) hubiera salido a superficie y le hubiese informado al comandante para que destaque una unidad para que la acompañe a puerto... en este caso decidió continuar a Mar del Plata, su destino final, dijo Balbi.
Ese 15 de noviembre el ARA San Juan había informado la entrada de agua de mar cuando realizaba el snorkel y estaba cargando baterías. El agua se dirigió por el sistema de ventilación a una bandeja de conexión de las baterías de proa provocando un cortocircuito y humo sin llamas que, según se reportó desde la nave, fue subsanado, lo que determinó que siguiera navegando en inmersión hacia la base de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Horas después se produjo una explosión que fue detectada por la Organización para la Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés).
Especialistas estiman que dentro de la nave se ha superado el límite de siete a 10 días en la capacidad de oxígeno sin emerger a superficie.
El submarino diésel eléctrico clase TR-1700 de fabricación alemana y operativo desde 1985 desapareció en el Atlántico Sur cuando navegaba desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, hacia su base en Mar del Plata tras participar de un ejercicio de adiestramiento.
Si bien el capitán del submarino, Pedro Fernández, notificó a sus superiores que el desperfecto estaba arreglado, los tripulantes tuvieron que aislar eléctricamente la batería afectada por el agua y la nave continuó navegando en inmersión con el circuito de batería de popa.
No es la primera vez... me ha tocado a mí navegar con circuito dividido, lo que hay que hacer es ir a poca velocidad, afirmó Balbi.
El portavoz explicó que la entrada del agua habría ocurrido en la noche del 14 de noviembre o en la madrugada del 15. Esa misma mañana el comandante del submarino informó por telefonía satelital la avería producida por el ingreso del agua y, posteriormente, a las 7.30 horas (1030 GMT) vuelve a comunicarse el comandante con su superior por telefonía satelital donde le indica me encuentro en inmersión navegando en demanda de Mar del Plata sin problema de personal. Esa fue la última comunicación registrada.
Balbi afirmó que si el agua que ingresa es superior a la capacidad de bomba de achique empiezan las dificultades.
En un operativo sin precedentes que cuenta con el apoyo de 18 países, ocho buques buscan al submarino con sondas y sonares de barrido lateral en una superficie circular de 4.000 kilómetros cuadrados donde se registró la explosión captada por sensores y micrófonos subacuáticos.
Según Balbi, esa explosión podría haber sido causada por una concentración de hidrógeno tras el cortocircuito reportado.
Son horas críticas, 13 días de búsqueda, aún no hemos podido localizar al submarino y son horas de incertidumbre. Es una situación de preocupación para los familiares y todos los hombres de la Armada comprometidos en el esfuerzo, se lamentó el marino.
Afirmó además que no hay fecha de finalización de la ayuda internacional.
Balbi puntualizó que el martes la meteorología no era buena y se registraban olas de dos a tres metros. Por ello está demorado el arribo de un buque que transporta el mini submarino de rescate estadounidense, el cual zarpó la víspera del puerto patagónico de Comodoro Rivadavia. Se estima que llegaría esta noche o en la mañana del miércoles a la zona de búsqueda.
Por otro lado, esta madrugada zarpó también de Comodoro Rivadavia una corbeta con un vehículo sumergible ruso que alcanza los 300 metros de profundidad. Está previsto que intervengan otros sumergibles que eventualmente podrían capturar imágenes del submarino, necesarias para que luego entre en operaciones el mini submarino de rescate.