Mugabe estaba aliviado al firmar renuncia, dice mediador
CHISHAWASHA, Zimbabue (AP) El presidente de Zimbabue sabía que era "el final del camino" para él días antes de renunciar y pareció aliviado cuando finalmente firmó su carta de renuncia luego de 37 años en el poder, aseguró el domingo un sacerdote católico que medió en las negociaciones para su salida.
Fidelis Mukonori, que ha conocido a Mugabe desde hace décadas, dijo en una entrevista con The Associated Press que Mugabe, bajo inmensas presiones en sus últimos días como presidente, quería una transición de poder gradual y sin problemas a Emmerson Mnangagwa, el vicepresidente al que había despedido recientemente y que ahora es el nuevo líder del país.
Mugabe tuvo que acudir a su plan B _una renuncia inmediata_ cuando Mnangagwa no regresó de su exilio en Sudáfrica a pedido de Mugabe, de acuerdo con Mukonori.
La entrevista en la iglesia en Chishawasha al este de Harare, la capital, reveló algunas maniobras tras bambalinas en los días del frenético fin de la presidencia de Mugabe, que comenzó con promesa tras el fin del gobierno de minoría blanca en 1980 y se desplomó bajo presiones de casi todos los sectores de una sociedad abrumada por la declinación económica, la disfuncionalidad del gobierno y las restricciones a las libertades básicas.
Los eventos se desarrollaron vertiginosamente tras el despliegue de tropas en Harare el 14 de noviembre. El líder de 93 años renunció una semana después y Mnangagwa prestó juramento el viernes en una ceremonia jubilosa a la que asistieron decenas de miles de personas deseosas de un cambio.
Aunque Mugabe se había dado cuenta varios días antes de su renuncia de que no podía retener la presidencia, se aferró a la idea de que podía seguir en el puesto al menos hasta un congreso del partido del gobierno en diciembre para asegurar una transición fluida del poder, dijo Mukonori.
En un discurso televisado el 19 de noviembre, Mugabe sorprendió a muchos zimbabuenses que esperaban que anunciara su dimisión, diciendo en lugar de ello que presidiría ese congreso, pese a que el partido ZANU-PF le había destituido como líder apenas horas antes.
"Simpatizo con la gente en la calle. Ellos no sabían lo que estaba sucediendo", dijo Mukonori. "El hombre ya se había dado cuenta de que era el final de su camino".
Mugabe no pudo controlar los términos de su salida luego de décadas de ejercer las excelentes habilidades políticas y la crueldad que le mantuvieron el poder por tanto tiempo. Había perdido ya el control de su partido, donde las disputas de facciones llegaron a su cenit con el despido de Mnangagwa y las ambiciones de poder de la esposa de Mugabe.