Zimbabue se pregunta por el paradero de Mugabe
HARARE, Zimbabue (AP) Mientras Zimbabue se prepara para la llegada al poder de su nuevo líder, Emmerson Mnangagwa, después de 37 años, la atención se centraba el jueves en el destino del expresidente Robert Mugabe y su esposa, quien hasta hace unos días se preparaba para sucederlo.
Mugabe, de 93 años, dimitió de su cargo el martes cuando los legisladores iniciaron un juicio político en su contra y no ha sido visto más allá de en unas cuantas fotografías desde el sorprendente discurso a la nación que ofreció el domingo, en el que desafió las peticiones de renuncia.
Se cree que sigue en la capital del país, Harare, con la ex primera dama Grace, pero no está claro en qué términos. Algunos se preguntan si ha obtenido garantías de protección, incluyendo inmunidad judicial.
Una imagen que circulaba por medios sociales, que se dijo que fue tomada esta semana, mostró a Mugabe y a su esposa sentados en un sofá con tres asesores de pie detrás de ellos. Una alicaída Grace Mugabe, que a principios de mes parecía destinada a reemplazar a Mnangagwa en la vicepresidencia, mira a la cámara mientras que los ojos de su esposo están cerrados. La foto no pudo ser verificada de inmediato.
Mnangagwa asumirá la presidencia el viernes tras su triunfal regreso al país el miércoles por la noche. Huyó del país tras su cese el pasado 6 de noviembre, citando amenazas contra su vida, y regresó un día después de la renuncia de su antiguo jefe.
Una multitud lo recibió el miércoles en la noche en el exterior de la sede del partido gobernante, donde dijo que el país está en los albores de una nueva democracia. Además hizo un llamado a la comunidad internacional apuntando que se necesita ayuda extranjera para reconstruir la devastada economía.
Aunque habló sobre "trabajar juntos, el próximo presidente recitó también lemas del gobernante ZANU-PF que podrían alejar a los opositores.
Mnangagwa, de 75 años, fue ministro de Justicia y Defensa y durante décadas fue el responsable de la mano dura en el gobierno de Mugabe, lo que le valió el sobrenombre de "Cocodrilo". Muchos partidarios de la oposición creen que fue clave en la muerte de miles de personas a manos del ejército cuando Mugabe se levantó contra un rival político en la década de 1980.
La marcha de Mugabe se produjo tras una semana de intensa presión: del ejército, que escenificó una toma del gobierno; de los parlamentarios, que iniciaron el proceso para un juicio político, y de los ciudadanos, que salieron a la calle en masa para protestar.
Mnangagwa finalizará el mandato de Mugabe hasta las próximas elecciones, que se celebrarán en algún momento del proximo año, después de que el Comité Central del partido gobernante decidió durante el fin de semana destituir al expresidente como líder de la formación. Los legisladores de la oposición, que en el pasado denunciaron fraude en las votaciones, recordaron que los comicios deben ser justos y libres, un llamado del que se hizo eco Estados Unidos.
El jueves, un editorial del diario NewsDay dijo que Mnangagwa tiene "una tarea nada envidiable" por delante y que debería formar un gobierno de coalición que represente a todos los zimbabuenses.
"Algunas secciones de la sociedad argumentan que Mnangagwa era parte del fallido régimen del ZANU-PF hasta hace dos semanas, y podría no ser la persona adecuada para el cargo dados los errores políticos y económicos del pasado, dijo el editorial. El nuevo presidente estará bajo una gran presión para realizar milagros que demuestren que sus críticos están equivocados y para revivir la hundida economía.