Diplomacia de Arabia Saudí sufre duros golpes
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) La diplomacia en Arabia Saudí tuvo un mal día el miércoles, recibió duros golpes por parte de Líbano e Irán y hay quienes señalan al príncipe heredero de 32 años por los malos resultados del reino en política exterior.
Por un lado, el primer ministro de Líbano Sadd Hariri, un aliado de los saudíes, retiró su renuncia, la cual dejó atónita a la pequeña nación cuando anunció que dejaría el puesto en una transmisión desde Riad, la capital de Arabia Saudí, hace casi tres semanas. Algunos dicen que su renuncia fue llevada a cabo bajo instrucciones de los saudíes.
También el miércoles, el principal rival de Arabia Saudí, Irán, atrajo la atención al participar en una cumbre en Rusia sobre el futuro de Siria.
Se cree que el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, hijo del rey Salman, es el que ha estado detrás de la mayoría de las decisiones importantes. MBS, como es conocido el príncipe, está acusado en algunos sectores de ser aventurero e impulsivo en sus enfoques sobre cuestiones de relaciones exteriores en Yemen y en Líbano, así como en la crisis con el vecino Catar.
Las acciones del príncipe aumentaron las tensiones con Irán, el cual apoya al grupo armado libanés Jezbolá, y tuvieron poco éxito en revertir la influencia iraní en países clave como Irak y Siria.
El reino ha acusado a Irán de proporcionar un misil a los rebeldes chiíes de Yemen que atacó a la ciudad de Riad a principios del mes. El misil fue interceptado por las defensas saudíes pero fue el proyectil rebelde que más se adentró a la región del reino. Teherán negó que haya proporcionado armas a los rebeldes de Yemen.
Mientras que los saudíes podrían haber sabido antes de tiempo que Hariri retiraría su renuncia, de igual forma fue visto como un golpe público hacia el reino. Algunos en Líbano acusan a Arabia Saudí de haber orquestado la renuncia de Hariri ocurrida el 4 de noviembre. Muchos libaneses han cuestionado si los saudíes retuvieron a Hariri en contra de su voluntad en Riad.
El juego político de Hariri, apoyado por los saudíes, puede presionar a Jezbolá la limitar su papel en los conflictos regionales, sin embargo el grupo sigue siendo una fuerza importante en el Líbano.
Aliados de los saudíes como Francia y Egipto han advertido sobre la inestabilidad del Líbano y han alzado sus voces contra las crecientes tensiones con Teherán.