Sistema judicial de EEUU cada vez más blanco con Trump

WASHINGTON (AP) Donald Trump está designando jueces de raza blanca a un ritmo que no se veía desde hacía 30 años, amenazando con revertir una lenta transformación del sistema judicial en algo que refleja más de cerca la diversidad de la nación.

Hasta ahora, el 91% de los jueces nominados por el presidente son blancos y un 81% hombres, según un análisis que hizo la Associated Press. Tres de cada cuatro son hombres blancos, a quienes se suman unos pocos negros e hispanos. El último presidente que nominó un grupo tan homogéneo fue George H.W. Bush.

La composición de los tribunales federales puede ser uno de los legados más duraderos de Trump. Son jueces que desempeñan sus cargos de por vida y Trump heredó una cantidad inusualmente alta de vacantes y de jueces de edad avanzada. Esto lo coloca en una situación ideal para reconfigurar los tribunales que deciden miles de casos de derechos civiles, cuestiones ambientales, delitos penales y otras disputas. La Casa Blanca no oculta su deseo de llenar las vacantes con jueces conservadores y ha dejado en claro que la filosofía judicial prevalece por sobre consideraciones como el género o la raza de los nominados.

El propio Trump se vanagloria de su campaña para reformar la configuración del sistema de justicia, algo que describe como la historia de la que nadie habla de su presidencia.

Nadie quiere hablar de esto, afirmó. Pero cuando lo piensas, sus consecuencias se harán sentir por 40 años. En una reciente reunión del gabinete pronosticó que bajo este gobierno cambiará un gran porcentaje (del sistema judicial), en muy poco tiempo.

Quienes promueven la presencia de más mujeres y minorías raciales en los tribunales dicen que los juzgados que más reflejan la composición demográfica de la población garantizan más puntos de vista y generan más confianza en los fallos.

Un juzgado que está en el candelero es el del distrito oriental de Carolina del Norte, una región que, a pesar de una sustancial población negra, nunca tuvo un juez de esa raza. Hay una plaza vacía en ese distrito desde hace más de diez años. George W. Bush nombró a un blanco y Barack Obama a dos mujeres negras, pero esas nominaciones nunca llegaron a ser consideradas en el Senado.

Trump nombró al juez que había nominado Bush padre, Thomas Farr, cuya defensa de la reconfiguración de distritos y de leyes sobre la identificación de los votantes alarma a agrupaciones defensoras de los derechos civiles.

Kylel Barry, asesor del Fondo de Defensa Legal y de Educación de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color), dice que cuando no hay diversidad en los tribunales, reina la impresión de que los juzgados no son sitios donde la gente va para reivindicar sus derechos civiles.

En las últimas décadas, los demócratas han nombrado más mujeres y representantes de minorías en los tribunales. Pero incluso comparado con sus predecesores republicanos, lo de Trump llama la atención. Hasta ahora ha nombrado el mayor porcentaje de jueces blancos en el primer año de gobierno desde la época de Ronald Reagan. Si sigue a este paso en su primer término, será el primer republicano desde Herbert Hoover que nombra menos mujeres y jueces de minorías que su predecesor republicano.

La AP analizó sus 58 nominados para puestos vitalicios en tribunales de apelación y de distrito, así como para la Corte Suprema, hasta fines de octubre. Cincuenta y tres son blancos, tres de origen asiático, uno hispano y otro afroamericano. Hay 47 hombres y 11 mujeres. Trece ya fueron aprobados por el Senado.

El contraste con lo sucedido bajo el gobierno de Obama no podría ser más grande. Para Obama diversificar la rama judicial fue una prioridad. Los blancos representaron apenas el 37% de los jueces confirmados bajo sus dos mandatos. Casi el 42% de sus nominados fueron mujeres.

En el último año de su gobierno el Senado, controlado por los republicanos, bloqueó muchas de sus nominaciones, lo que permitió que Trump heredase más de 100 vacantes en la rama judicial y la posibilidad de reconfigurar el sistema de justicia por muchos años.

Trump no está perdiendo el tiempo. Ya ha nominado más del doble de jueces que Obama a esta altura de su presidencia.

En muchos casos, jueces varones y blancos reemplazarán a jueces varones y blancos, pero más de un cuarto de sus nominados ocuparán plazas que hasta ahora cubrían mujeres o minorías.

El portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley afirmó que Trump prioriza las aptitudes y dice que nombrar gente para alentar la diversidad politiza la rama judicial.

El presidente cumple su promesa de nombrar los jueces más calificados, sostuvo. Si bien los presidentes del pasado pueden haber preferido designar jueces activistas, con una plataforma política y una historia de legislar desde los tribunales, el presidente Trump está nombrando jueces sobresalientes y originalistas, que respetan la constitución. El originalismo es una teoría que promueve el respeto a la intención original de los autores de la constitución.