Manifesto: Rosefeldt transforma a Blanchett en 13 personajes
CIUDAD DE MEXICO (AP) Tengo preguntas para mí que quiero compartir con el público, dice el artista y cineasta alemán Julian Rosefeldt, director de Manifesto.
En la cinta una coreógrafa, una mujer en un entierro, una obrera en una planta de incineración de basura y una corredora de bolsa enuncian máximas del arte contemporáneo y moderno encarnadas todas por Cate Blanchett. La cinta se estrena el viernes en México y presenta manifiestos que van del arte situacionista al futurismo, constructivismo, dadaismo, arte pop, arquitectura, cine, expresionismo abstracto, fluxus, performance, minimalismo...
Son 55 manifiestos que están ahí, dijo Rosefeldt a reporteros en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde fue presentada la cinta. Mi pregunta general en Manifesto es: hasta qué grado esos textos son aplicables en nuestro tiempo. ¿Son actuales todavía?.
Muchas cosas que se dicen son muy actuales. Hay un texto de los años 30 que explica la crisis del capitalismo que parece haber sido escrito ayer, especialmente en estos últimos dos años en los que el mundo se ha vuelto otro por exceso del populismo, señaló el realizador.
Blanchett y Rosefeldt se conocieron hace siete años en una exposición del artista y desde entonces habían hablado de hacer un proyecto juntos. Al igual que en Manfesto, la actriz ha demostrado su capacidad camaleónica en películas como Coffee and Cigarettes (2003) de Jim Jarmusch o Im Not There (2007) de Todd Haynes. Sin embargo, en esta cinta lleva esta habilidad a otro nivel al interpretar a 13 personajes diferentes, algunos con acentos bien marcados, otros con el cuerpo muy diferente al de una estrella de Hollywood.
Hace siete años hablé con ella de Im Not There. Para mí es increíble lo que ha hecho, especialmente en ese último momento en el que te mira a la cámara, dijo Rosefeldt. No la contacté para actuar en Manifesto sino que fue al contrario, nos hemos encontrado antes y nació la idea de hacer algo en común.
La película ha tenido una larga vida. Se estrenó en diciembre de 2015 en Australia y tuvo un par de funciones en 2016. Sin embargo el 2017 ha sido su año, pues fue presentada en Sundance, Rotterdam, Tribeca y el Festival de Cine de Londres.
Es en sí misma es un espectáculo visual con tomas picadas de dron y la exploración sensual de las locaciones en las que se desarrolla, ya sea en escaleras en espiral pintadas de rosa mexicano, bloques de concreto en un edificio de apartamentos o una sala con paredes recubiertas con formas cónicas. Por momentos puede ser difícil poner atención a las sentencias de los manifiestos al dejarse entregar meramente al goce de la imagen.
Muchas veces utilizo la arquitectura más como un elemento, como una pregunta al público. ¿Qué es eso, nunca he visto eso? Porque normalmente la escenografía sirve en el cine para ilustrar o para anunciar la acción y yo hago a veces lo contrario, combino un texto y una locación que no tiene nada que ver y activa al público, tú tienes que trabajar mucho más... El público completa la obra, señaló Rosefeldt.
Para el director, el punto en común de los textos que eligió para esta cinta es una rabia muy poética.
Todos quieren romper con el pasado, no necesariamente están interesados en el futuro sino que se dirigen al presente: Yo soy eso, quiero ser eso, apuntó.
En la actualidad, cuando el arte se define por la no definición y todo es sujeto a cuestionamientos, uno se pregunta si hay espacio para nuevos manifiestos.
Hoy hay blogs y hay paneles de discusión y hay todas esas maneras de decir lo que quieres decir a un público desconocido, dijo Rosefeldt. Pienso que vamos a observar un renacimiento del manifiesto porque los populistas hablan en frases simples y no puedes dejar el lenguaje al populismo, tienes que responder, confrontarlo.