NY: Sobrevivientes argentinos de ataque comparten su dolor
NUEVA YORK (AP) Cuatro sobrevivientes argentinos del ataque terrorista del martes en Nueva York dijeron el viernes que siempre llevarán consigo el dolor de haber perdido a cinco de sus amigos en el viaje que tanto soñaron pero luego se convirtió en una pesadilla.
Juan Pablo Trevisan, Ariel Benvenuto, Guillermo Banchini e Ivan Brajkovic leyeron un emotivo comunicado desde el consulado de Argentina en la ciudad frente a decenas de cámaras de televisión y diplomáticos argentinos que lloraron durante la lectura.
Es profundo el significado que tiene la amistad para los argentinos, dijo Banchini. Llegamos hasta aquí empujados por ese sentimiento, que se había forjado en nuestra primera juventud y nos acompañó siempre. Lloraremos por siempre por nuestros amigos. Fue amor lo que nos trajo aquí y ese amor nos seguirá uniendo.
Los cuatro argentinos formaban parte de un grupo de diez que la semana pasada llegó a Nueva York para celebrar 30 años de su salida del colegio. Cinco de ellos murieron después de que un uzbeco de 29 años llamado Sayfullo Saipov los arrolló mientras pedaleaban por una estrecha vía del sur de Manhattan. El atacante sobrevivió a pesar de haber sido frenado por los disparos de un agente de policía. Ahora enfrenta cargos por terrorismo.
Esta historia de amistad ha cautivado a mucha gente. Medios de comunicación de distintas partes del mundo han circulado una imagen en la que aparece la mayoría de miembros del grupo sonriendo en el aeropuerto de Rosario, Argentina, antes de abordar su vuelo.
Los fallecidos son Hernán Ferrucchi, Alejandro Damián Pagnucco, Hernán Diego Mendoza, Ariel Erlij y Diego Enrique Angelini.
Martín Marro, que vive cerca de Boston, resultó gravemente herido, aunque se espera que se recupere.
Banchini leyó el comunicado mientras su amigos miraban hacia al frente, compungidos.
Tenemos que volver ahora, dijo. Tenemos que acompañar a las desconsoladas familias de nuestros amigos. Queremos ir en busca de nuestras familias, nuestros hijos nuestras esposas, nuestros padres y hermanos. Permitan que nos retiremos con nuestro dolor a nuestros hogares.