A la vez que se asfixia sin aire fresco el Atlético de Simeone, todavía a la espera de Diego Costa y Vitolo, el Real Madrid de Zidane se ha diluido y ha perdido sus señas de identidad como bloque.
Tercero en Liga a 8 puntos del Barça y segundo en el grupo de Champions, el equipo madridista se ha desplomado cuando menos se esperaba. Tras los triunfos en la Supercopas ante Barça y Manchester United, la prensa madrileña sacó a pasear la posibilidad del Sextete. Difícil empresa cuando no se había ganado ni el Triplete, pero los medios deportivos viven de masturbar a los aficionados vendiendo falsas ilusiones y mentiras.
Este verano el Real Madrid se deshizo de Morata y James, segundo y tercer máximos goleadores la temporada pasada, y que cumplían igual o mejor que los titulares en los partidos de entreguerras, en los que no te juegas los títulos pero donde te los puedes ir dejando por el camino.
Una de las figuras claves en los títulos del año pasado fue Álvaro Morata (esta temporada lleva en la Premier más goles que la BBC en la Liga) pero como él mismo reconoció fue "tratado como un niño". El experimentado Pepe, jugador que no conoció la derrota el año pasado, también se marchó molesto con el club merengue por el trato recibido.
El Real Madrid de Florentino lo apostó todo por complementar la plantilla con jóvenes promesas: fichajes de Theo y Ceballos, 19 y 20 años, subida al primer equipo de Achraf, 18 años, los regresos de Llorente, Vallejo y Mayoral 22 y 20 años, y la compra para el próximo curso del brasileño Vinicius, de 16 años por 50 millones.
De momento, son más proyectos que realidades. Cuanto más jóvenes se han juntado en el equipo, da la sensación de que más energía y sed de victoria ha perdido el conjunto blanco.
Este verano el Real Madrid no ha competido (no se sabe si porque no ha querido, no ha podido o no ha sabido) a fichar con PSG, Manchester City y Manchester United. Los tres equipos que más se han gastado en el mercado son los únicos que contabilizan todos sus partidos en Champions por victorias. Apuntan alto, sobre todo, Manchester City y PSG, dos equipos que juegan con una marcha más en el terreno de juego y que desafían a la antigua aristocracia del fútbol e intentarán convertirse en hegemónicos gracias al poder de los petrodólares.
Cristiano Ronaldo, que cumplirá 33 años en febrero, y con un contencioso abierto que le puede llevar a prisión, ha marcado un solo gol en Liga y no pasa por su mejor momento deportivo, a pesar de ello ha sido galardonado con el premio The Best y no le han faltado las portadas y las alfombras rojas. Los goles son para Messi. En el Barça la marcha de Neymar y la baja forma de Suárez no se notan por el momento estelar del argentino.
Todo lo contrario ocurre en el Real Madrid. Los de Zidane se sienten tan alicaidos como el jugador portugués de cara a portería, de todos los goleadores de las 5 grandes Ligas de Europa, CR7 (40 tiros, 1 gol) es el que peor ratio de acierto tiene (2.5%).