El papa charla con los tripulantes de la estación espacial
EL VATICANO (AP) El papa Francisco dio un paso hacia la mejoría de relaciones del Vaticano con Rusia cuando charló el jueves con cosmonautas rusos y elogió su comprensión del amor, en una conversación telefónica con los tripulantes de la Estación Espacial Internacional.
El astronauta italiano Paolo Nespoli fue el intérprete durante la llamada de casi de 20 minutos, que fue interrumpida una vez cuando la comunicación se cayó en el laboratorio orbital.
Francisco acribilló a Nespoli y los otros cinco tripulantes con preguntas tan simples como qué les gusta hacer en el espacio, qué les sorprendía más y qué los inspiró a ser astronautas.
Las respuestas que recibió, en particular de los cosmonautas rusos Alexander Misurkin y Serguey Ryazanskiy, marcaron un nuevo paso para la tensa relación del Vaticano con la iglesia ortodoxa rusa. Francisco ha dado prioridad a la mejora de esos lazos y se convirtió el año pasado en el primer pontífice en un milenio en reunirse con el patriarca de los ortodoxos rusos.
Ryazanskiy le dijo a Francisco que a él lo inspiró su abuelo, un ingeniero soviético que ayudó a construir el Sputnik, el primer satélite artificial en el mundo, que marcó el inicio de la era espacial.
"Para mí es un gran honor continuar lo que él estaba haciendo para cumplir sus sueños con un vuelo espacial, el futuro de toda la humanidad, le dijo al papa en inglés.
Francisco, que ha resaltado siempre el papel de los abuelos, disfrutó esa respuesta: Esa es nuestra fuerza, no olvidarnos de nuestras raíces. Me hace bien oír esto. Gracias, dijo el papa.
Francisco elogió además al cosmonauta ruso Alexander Misurkin _quien le dijo que había estado leyendo El Principito de Antoine de St. Exupery_ y se sintió conmovido por el entendimiento del amor por el personaje central.
"El amor es la fuerza que te da fuerza para dar la vida por otra persona, le dijo Misurkin al papa.
A Francisco se le iluminó el rostro al escuchar eso, y dijo: Es claro que has entendido el mensaje que St. Exupery explicó tan poéticamente y que ustedes, los rusos, lo llevan en la sangre, en su tradición humanista y religiosa.