Padres de rehén liberada en Pakistán furiosos con yerno
WASHINGTON (AP) Los padres de una mujer estadounidense que liberada junto con su familia luego de cinco años de cautiverio dicen que están extasiados, pero también furiosos con su yerno por llevar a su hija a Afganistán.
"Llevar a tu esposa embarazada a un lugar peligroso es, para mí, inadmisible, dijo el padre de Caitlan Coleman, Jim, en declaraciones el viernes a ABC News.
Caitlan Coleman y Joshua Boyle fueron rescatados el miércoles, cinco años después de que fueron secuestrados por una red extremista vinculada con el Talibán cuando estaban en Afganistán como parte de un viaje por varias naciones. Coleman estaba embarazada y tuvo tres hijos en cautiverio.
Dos funcionarios pakistaníes dijeron que la familia salió el viernes de Islamabad. Los funcionarios no dijeron hacia dónde se dirigía, pero la familia Boyle dijo que el plan de la pareja es regresar a Canadá. Los funcionarios hablaron a condición de anonimato.
Caitlan Coleman es estadounidense y Boyle canadiense.
La madre de Coleman, Lynda, dijo que la oportunidad de finalmente hablar con su hija fue increíble.
"He estado esperando para oír su voz por tanto tiempo. Y entonces escucharla y que suene exactamente como la última vez que hablé con ella, dijo.
El portavoz de la cancillería pakistaní Nafees Zakaria dijo que la operación que llevó al rescate de la familia se basó en un informe de la inteligencia estadounidense y mostró que Pakistán actúa contra el enemigo común cuando Washington comparte información.
Desde hace tiempo, las autoridades estadounidenses han acusado a Pakistán de ignorar a grupos como la red Haqqani, que mantuvo cautiva a la familia.
El jueves, el presidente estadounidense Donald Trump, que previamente le había advertido a Pakistán que dejara de albergar a extremistas, elogió a las autoridades pakistaníes por su voluntad a hacer más por proveer seguridad en la región.
Al parecer la operación se desarrolló rápidamente y terminó con lo que algunos describieron como un peligroso ataque, un tiroteo y una aterradora amenaza final por parte de uno de los captores, de matar al rehén. Boyle les dijo a sus padres que las fuerzas pakistaníes interceptaron una caravana en la que eran transportados él, su esposa y sus hijos y que algunos de sus captores murieron. l solamente sufrió una herida de metralla, dijo la familia.