Congreso peruano da voto de confianza a gabinete
QUITO (AP) El Congreso peruano, dominado por la oposición, dio el viernes el voto de confianza al gabinete ministerial del mandatario Pedro Pablo Kuczynski.
La decisión fue adoptada tras una maratónica sesión que se prolongó por 13 horas luego de la cual 83 congresistas dieron el voto requerido formalmente por la primera ministra Mercedes Aráoz. En contra se pronunciaron 17 legisladores y no hubo abstenciones.
Antes de la votación Aráoz pidió trabajar juntos y en serio. Agregó que este llamado que hago es para trabajar basándonos en las necesidades de la población, para lo cual expuso la necesidad de que el Congreso otorgue facultades legislativas al Ejecutivo para impulsar con mayor celeridad la reconstrucción de las zonas afectadas por fenómenos naturales.
Uno de los temas de permanente roce entre el Ejecutivo y el Congreso -dominado por el opositor partido fujimorista Fuerza Popular- es el indulto para el expresidente Alberto Fujimori (1990-200) que, sin embargo, no ha sido pedido formalmente. El nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos, Enrique Mendoza, dijo que para poder evaluar el perdón presidencial es necesario que lo soliciten.
Kuczynski, precisó que el voto de confianza al gabinete no tiene relación con un eventual indulto humanitario a Fujimori, que depende de un informe médico.
Es un tema completamente separado (el indulto), que tiene que ver con la salud de personas ancianas que están presas, añadió.
A mediados de septiembre el Congreso obligó a renunciar a todos los ministros del gobierno tras retirarles su voto de confianza y desató una crisis política que forzó al presidente Kuczynski a cancelar su viaje a Naciones Unidas y una reunión con Donald Trump.
Fue la primera vez desde la vigencia de la constitución aprobada en 1993 que un Parlamento tomó una decisión de esa magnitud.
Kuczynski se vio obligado a formar un nuevo equipo que debía obtener obligatoriamente la confianza del Parlamento, según lo establece la ley. Si el Legislativo hubiera rechazado a los nuevos ministros el presidente tenía la opción de disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias.