Referendo sobre independencia, dilema para policía catalana
BARCELONA (AP) El referendo sobre la independencia de Cataluña coloca en una situación incómoda a la policía regional, que ha jurado hacer cumplir la constitución española pero tiene muchos miembros leales a la causa secesionista.
Francesc Vidal, quien sirve desde hace 16 años en los Mossos dEsquadra (Mozos de Escuadra, como se conoce a la policía regional), dijo que la consulta del 1ro de octubre equivale a un choque de trenes, el de las autoridades españolas desesperadas por evitar lo que consideran una votación ilegal de un lado y el de los separatistas catalanes que insisten en llevar adelante la consulta del otro.
Solo pedimos que no nos metan en el medio, expresó Vidal, dirigente del sindicato policial USPAC, en declaraciones a la Associated Press. No sabemos cómo actuar. Recibimos órdenes de un lado y del otro.
La consulta constituye la crisis constitucional más grave que enfrenta España en casi cuatro décadas.
El líder catalán Carles Puigdemont se comprometió a declarar la independencia en 48 horas si se hace la consulta y la ganan los secesionistas.
Pero si la policía no deja que abran los centros de votación en las escuelas y otros edificios públicos, sería una victoria para el presidente del gobierno español Mariano Rajoy.
El sábado, el Ministerio del Interior de España anunció que comenzará a coordinar el accionar de la policía con miras a la votación, incluidas las operaciones de los mossos, cuerpo de 17.000 efectivos.
El anuncio fue rechazado por el consejero del interior de la Generalitat de Cataluña, quien dijo que el jefe de los mossos le había informado a las autoridades españolas que los líderes regionales no cederían el control de esa fuerza.
Los mossos nunca cederán poderes que le pertenecen, dijo Forn en un comunicado difundido por la televisión pública catalana.
Forn aseguró que los mossos garantizarán la realización del referendo. No solo no impediremos el referendo, sino que haremos todo lo contrario: Facilitaremos su realización, expresó al diario catalán El Punt-Avui.
Las tensiones están acentuando las divisiones en Cataluña. Las encuestas indican que la mitad de sus 7,5 millones de habitantes quieren romper su centenario vínculo con España y que la otra mitad desea seguir siendo parte de esa nación. También han surgido fisuras dentro de los mossos, cuerpo creado a principios de la década de 1980 en el marco de la creación de un gobierno autónomo en la región del noroeste.
El conflicto interno de los mossos salió a la luz en julio, cuando los dos máximos jefes regionales renunciaron. El gobierno regional los reemplazó con Forn y Peter Soler, dos figuras de reconocida trayectoria independentista.
No está claro si los jefes policiales transmitirán la orden de un juez español de frenar la votación. Pero un pequeño grupo de policías independentistas ya ha prometido no impedir el voto bajo ninguna circunstancia.
Jordi Costa, agente de los mossos del pueblo de Vilafranca y secretario general del sindicato policial CAT, de 3.000 miembros, dijo que esta situación sin precedentes implica que puede pasar cualquier cosa, pero que su lealtad a la constitución española viene primero.
Esto es excepcional porque hay un gobierno que contra viento y marea se declara insumiso al judicial. Creo que eso es un error, manifestó Costa. Juré a la constitución española como todos los otros mossos, si hay algo inconstitucional, no se puede hacer.
Sí, daña la imagen para unos y para otros, advirtió David Miquel, vocero del sindicato SPC que representa a 5.000 agentes. Los mossos, que ahora somos héroes por acabar con los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils, para unos pasaremos de héroes de villanos y para otros seremos otra vez héroes por haber defendido la ley.
La semana pasada una gran multitud se manifestó en las calles de Barcelona después de que la Guardia Nacional allanó una oficina del gobierno catalán. Los manifestantes destruyeron vehículos de la Guardia Nacional y protagonizaron escaramuzas con los agentes, pero Miquel dijo que pasaron varias horas antes de que se ordenó a los mossos intervenir y restaurar el orden.
Mis compañeros me transmiten que, ostia, podrían haber hecho algo más para ayudar, peros los mandos no les mandaron nada, indicó Miquel. Cuando están machacando a los coches de compañeros es una sensación de impotencia. Los que hay son ganas de recibir órdenes que no llegan. A los mossos de patrulla que les den instrucciones. No me lo dejen en mis manos. Dame instrucciones claras.
Albert Donaire es un mosso de la pequeña localidad de Cellera de Ter, bastión independentista. Encabeza a 200 o 300 agentes conocidos como Mossos por la Independencia.
Mi decisión personal es no confiscar ninguna urna ni cerrar centros de votación, dijo Donaire. No me asusta si termino preso por defender la democracia.
Igual que muchos otros separatistas, Donaire justifica su desobediencia de las leyes españolas a partir de dos leyes aprobadas por legisladores separatistas del parlamento regional de Cataluña: Una pedía llamar al referendo y la otra fija un cronograma para la independencia si gana el sí.
Si bien esas leyes fueron suspendidas por la Corte Constitucional de España, Donaire considera que son válidas pues están protegidas por leyes internacionales y por el derecho de los pueblos a la autodeterminación.
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Aritz Parra colaboró en este despacho desde Madrid.