Spicer a quienes critican su cameo en los Emmy: relájense
NUEVA YORK (AP) Sean Spicer dice que su sorpresiva participación en la ceremonia de los premios Emmy era una oportunidad para divertirse un poco, y le sugirió el martes a quienes se molestaron por su cameo que no se tomen las cosas con tanta seriedad.
Claramente, no a todo el mundo le pareció gracioso. Para el anfitrión de los Emmy Stephen Colbert, también está el riesgo de que el chiste que él diseñó pueda tener efectos colaterales.
La aparición del ex secretario de Prensa de la Casa Blanca fue idea de Colbert, y se las arreglaron para maximizar el factor sorpresa con la ayuda de Chris Licht, el productor de Colbert que conocía a Spicer de su experiencia en las noticias. Colbert comenzó el chiste diciendo que no había manera de saber cuánta gente estaría viendo los Emmy, y entonces Spicer apareció en el escenario con un podio rodante y declaró que "esta será la audiencia más grande que presencie los Emmy, punto. Tanto en persona como alrededor del mundo".
Fue una clara referencia a la primera aparición de Spicer en la sala de prensa de la Casa Blanca, en la que dijo lo mismo del tamaño de la audiencia del acto de juramentación del presidente Donald Trump, contra lo que demostraba la evidencia fotográfica. (En otro paralelo desafortunado, los ratings de los Emmy el domingo fueron esencialmente iguales a los del año pasado, cuando la gala registró su menor índice de audiencia).
Los críticos de Trump resintieron el aparente esfuerzo por "normalizar" a Spicer y restar importancia a la idea de que no dijo la verdad en la sala de prensa de la Casa Blanca.
"El mensaje de su presencia no fue solo que todos nos podemos reír de su servicio y servilismo en la administración de Trump, sino que él está dispuesto a reírse con nosotros", escribió Frank Bruni en una columna del New York Times titulada "La vergonzosa acogida de Sean Spicer en los Emmy".
En "The View", Joy Behar dijo que si Spicer y otros suplentes de Trump se disculpan con el pueblo estadounidense, "entonces me divertiré contigo, Sean".
El comentarista liberal Keith Olbermann tuiteó que los Emmy perdieron su credibilidad al idolatrar a Spicer. Incluso el estratega republicano Kevin Madden advirtió en CNN que Spicer debería tener ser cauteloso y no equiparar notoriedad con respeto.
Spicer, hablando desde un avión el martes, ofreció una sugerencia: relájese.
"La gente está buscándole la quinta pata al gato", dijo. Aunque respeta sus opiniones, señaló que no deberían tomarse su cameo con tanta seriedad.
Spicer asistió a fiestas de Hollywood tras los Emmy y fue saludado por mucha gente que le pidió selfies.
"Me sorprendió lo amables que fueron conmigo", dijo, "incluso personas que sé que no coinciden políticamente conmigo".
Algunos fans de Colbert también quedaron desconcertados por la aparición. El anfitrión de "Late Show" ha visto sus ratings subir como la espuma este año con chistes que ha sido profundamente críticos de Trump y su equipo. Debería saber los peligros de parecer demasiado amistoso: su rival de la TV nocturna Jimmy Fallon no se ha recuperado de los malos sentimientos engendrados cuando le alborotó el pelo a Trump durante su aparición en el programa "Tonight" el año pasado, cuando aún era un candidato.
Tras la participación de Spicer, Colbert le dio con todo. Bromeó que Robert DeNiro, quien encarnó a Bernard Madoff en la película de HBO "Wizard of Lies" (El mago de las mentiras), de hecho había protagonizado "La historia de Sean Spicer".
Emily Nussbaum, crítica de televisión de la revista The New Yorker, tuiteó tras ese chiste: "Quiere el pan junto con la torta y después vomitarlo todo. Están pasado muchas cosas a la vez".
El sitio web Vox dijo que era "increíblemente decepcionante" ver a Colbert haciendo un chiste con Spicer.
"Fue en contra de todo lo que Colbert pretende hacer con su ferozmente incisivo 'Late Show', y desinfló cualquier chiste mordaz que trató de hacer de Trump en su monólogo de apertura", escribió el sitio.