La sonda Cassini de la NASA se desintegra en Saturno
CABO CAAVERAL, Florida, EE.UU. (AP) La sonda espacial Cassini se volatilizó como un meteorito el viernes en su candente final en la atmósfera de Saturno, tras un impresionante viaje de 20 años, informó la NASA.
Cassini, la única nave espacial que ha orbitado en torno a Saturno, nos mostró de cerca el planeta, sus anillos y sus lunas en toda su gloria. Quizá lo más fascinante fueron los mundos oceánicos descubiertos por Cassini y su pasajero, el módulo Huygens, en las lunas de Encelado y Titán, que podrían tener el potencial de albergar vida.
Diligente hasta el final, Cassini tomó una última serie de imágenes antes de su última tarea: tomar muestras de la atmósfera en el gigante gaseoso y enviar los datos de vuelta a la Tierra.
La confirmación de la desintegración prevista de Cassini se produjo a las 1155 GMT (7:55 EDT). Fue entonces cuando las señales de radio de la nave espacial _un estallido final de datos científicos_ cesaron bruscamente. Las ondas de radio se volvieron planas y la sonda quedó en silencio.
Cassini se quemó como un meteorito 83 minutos antes, al atravesar la atmósfera de Saturno, fundiéndose con el gran planeta gaseoso al que fue enviado en 1997 para explorarlo. La última señal tardó esos 83 minutos en recorrer los 1.600 millones de kilómetros hasta la Tierra.
El director del proyecto, Earl Maize, hizo el pronunciamiento oficial: "Ha sido una misión increíble, una nave increíble y ustedes un equipo increíble. Declaro que es el final de la misión".
Los controladores de vuelo vestidos con camisas violetas se pararon, se abrazaron, se estrecharon las manos. La jefa científica Linda Spilker se secó las lágrimas con un pañuelo violeta.
"Fue como perder un amigo", dijo luego a la prensa.
Más de 1.500 personas, muchas de ellas miembros del equipo pasado y presente de la sonda, atestaron el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL por su siglas en inglés) en California para lo que se describió como una vigilia de celebración. Aún más personas se reunieron en el cercano Instituto Tecnológico de California, que dirige el laboratorio por cuenta de la NASA.
Aunque triste como todos los demás, el director de proyecto Earl Maize dijo estar muy orgulloso y que no podía haber pedido más de "una máquina tan increíble".
"Hemos dejado al mundo informado pero todavía haciéndose preguntas", dijo Maize esta semana. "Tenemos que volver. Lo sabemos".
La nave quedó fuera de control al precipitarse a 122.000 kilómetros (76.000 millas) por hora. Los responsables del proyecto invitaron a los telescopios en la Tierra a buscar el último destello de Cassini, pero no tenían grandes esperanzas que pudiera avistarse contra el trasfondo del segundo planeta más grande del sistema solar. La señal de radio duró medio minuto más de lo previsto.
"Hay momentos en este mundo donde todo cae en su lugar, donde todo es casi perfecto. La risa de un niño, una puesta de sol en el desierto y esta mañana. No podía ser mejor", dijo Maize. "Adiós, fiel explorador".
Este Gran Final, como lo llamó la NASA, se organizó cuando el combustible de Cassini empezó a agotarse tras 13 años explorando el planeta. Los científicos querían impedir que la sonda se estrellara contra Encelado o Titán, contaminando esos cuerpos impolutos, de modo que en abril se dirigió a Cassini en una ruta antes inexplorada entre las nubes de Saturno y los anillos. Veintidós veces, la nave entró en ese hueco y volvió a salir. La última vez fue la semana pasada.
Cassini despegó de la Tierra en 1997 y llegó al sexto planeta desde el sol en 2004. El Huygens, desarrollado en Europa, aterrizó en la gran luna Titán en 2005. Ningún objeto fabricado en la Tierra ha aterrizado más lejos. Otras tres sondas pasaron cerca de Saturno, pero Cassini fue la única que voló a su alrededor.
En total, Cassini tomó más de 453.000 imágenes y recorrió 7.885 millones de kilómetros. Fue un proyecto internacional en el que participaron 27 países. El costo final fue de 3.900 millones de dólares.
Funcionarios espaciales europeos se despidieron de Cassini junto con sus colegas estadounidenses. Las naves llevaron los nombres de astrónomos del siglo XVII: el italiano Giovanni Domenico Cassini, quien descubrió cuatro lunas y una brecha entre los anillos y el holandés Christiaan Huygens, quien avistó la primera luna, Titán.
Al presente se han descubierto 62 lunas, seis de ellas por Cassini.
Los científicos están ávidos de regresar y explorar los mundos húmedos de Encelado y Titán. La NASA está estudiando propuestas, pero por el momento no hay nada oficial. Mientras tanto, hay planes de enviar en la próxima década una sonda orbital y una de aterrizaje a Europa, una luna de Júpiter que aparentemente posee un océano global que podría ser compatible con la vida.
"Los mundos (acuáticos) que hallaron, no sabíamos que existían, están cambiando nuestra concepción de la vida misma", dijo el director de misión científica de la NASA, Thomas Zurbuchen. "Por eso, para mí, es una misión en escala de la civilización, que se destacará entre todas las misiones en cualquier parte".
Julie Webster, directora de operaciones de Cassini, dijo que "esto realmente ha superado todos mis sueños".
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En internet: NASA: https://saturn.jpl.nasa.gov