La ola de emprendimiento en los últimos años se viene incrementando a gran escala. El término emprendedor se ha endiosado pese a que la mayoría son informales, lo que se podría estar transformando en un apoyo indirecto a la no legalidad.

Hace unos tres años, ese grupo solo era el 40% de los emprendedores en el país. Hoy en día, sin embargo, el paradigma de "endiosar al emprendedor" debe tomar un nuevo giro. Así lo considera Karen Weinberger, directora del Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacífico (Emprende UP).

Dar ese nuevo giro implica arriesgarse y apostar por la constitución de una empresa y despejar formalmente ante los nuevos mercados.

Atreverse a facturar

El emprendedor muchas veces tiene la idea, la impulsa con un pequeño capital propio o con un apoyo económico que proviene de concursos, lo que no significa en todos los casos que pueda mantener operativa una empresa, por ende, en muchas ocasiones se tarda o no se atreve a ser formal hasta contar con ingresos fijos.

El empresario a diferencia del emprendedor busca formalizarse, darle continuidad a su empresa a través del ingreso a los nuevos mercados, y de manera directa impacta en la economía del país.

Al igual que Karen Weinberger, considero que no se le puede restar mérito a ese porcentaje de emprendedores que ahora busca oportunidades en el mercado, pero se debe buscar que ese emprendimiento se transforme en un negocio sostenible y rentable.

Barreras

Es inevitable tomar en cuenta que los costos de constitución de una empresa, la falta de conocimiento en gestión y otros factores similares pueden ser barreras que entorpezcan tu emprendimiento y por ende, no lograr formalizar tu empresa.

Por ello, el Estado pone a tu disposición una serie de recursos que te pueden ayudar, como lo son las capacitaciones gratuitas en temas empresariales para empoderarte y optar por la formalidad. En ese mismo camino está la reducción en los costos registrales en los que deberás incurrir para constituir tu empresa si tienes un capital base determinado.

Ser emprendedor o empresario es un camino maravilloso y con grandes retos, hagamos de la necesidad una oportunidad y un éxito que nos lleve a la formalidad y al crecimiento como país.

Que el fin último sea ser empresario, que nos aventuremos al crecimiento dentro del mercado nacional e internacional.

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