Acusan a presidente Temer de obstrucción de justicia
SAO PAULO (AP) El presidente de Brasil Michel Temer fue acusado el jueves de obstrucción de la justicia y de encabezar una organización criminal, en un nuevo golpe para el asediado mandatario y la estabilidad del país más grande de Latinoamérica.
En documentos entregados al Supremo Tribunal Federal de Brasil, el fiscal general Rodrigo Janot acusó a Temer de recibir 190 millones de dólares en sobornos a cambio de favores políticos e influencia.
Temer dio la estabilidad y seguridad necesarias al aparato criminal, apareciendo al mismo tiempo como el líder y la fundación de la organización, dijo Janot en la acusación.
También acusó a Temer de instigar pagos para garantizar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha y de un operador de su grupo político, de quienes presuntamente Temer temía que entregaran evidencia que lo perjudicara.
Como presidente, Temer sólo podría ser llevado a juicio si dos tercios de la cámara baja de Brasil votan a favor de suspenderlo del cargo.
En un comunicado, Temer calificó a la acusación como repleta de absurdos.
El fiscal general continúa su irresponsable camino para cubrir sus propios fracasos, se lee en el comunicado.
Su partido también refutó las acusaciones.
Los cargos son un nuevo capítulo de una extensa investigación de corrupción que comenzó como una averiguación sobre lavado de dinero y que terminó descubriendo un sistema de corrupción en las esferas del poder de Brasil.
Janot alegó el miércoles que el gobierno de Brasil operó esencialmente como un cártel durante años, comenzando durante la administración del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, debido a que el dinero se repartió a cambio de votos o de nombramientos a altos cargos políticos. Temer se convirtió en el líder de esa organización criminal cuando tomó el poder apenas el año pasado, después que la presidenta Dilma Rousseff fue destituida, de acuerdo a Janot.
Janot apuntó que antes de que Temer asumiera la presidencia, los miembros de su partido buscaron poner fin a la investigación de corrupción. Cuando fallaron, indicó Janot, decidieron retirar su apoyo a Dilma Rousseff y buscaron llevarla a juicio político, supuestamente porque pensaron que poner a uno de los suyos en el palacio presidencial les ofrecería cierta protección.
Janot dijo que los involucrados deberían pagar 17 millones de dólares en multas.
Brasil nunca antes había atestiguado una crisis de esta proporción, dijo Claudio Lamachia, presidente de la Barra de Abogados. Sin embargo, las instituciones estatales han sido rígidas y conscientes en el cumplimiento de su misión, agregó.
Otras ocho personas fueron acusadas junto con Temer. Dos son miembros importantes de su gabinete: su jefe de gabinete Eliseu Padilha y su secretario general Wellington Moreira Franco. Los otros seis, que incluyen empresarios y políticos, ya están detrás de las rejas, destacando lo lejos que ha llegado la investigación.
Esta es la segunda ocasión en la que Temer ha sido acusado este año. En julio pasado, Janot lo acusó de soborno; sin embargo, en agosto los legisladores no aprobaron continuar con el proceso.
El presidente podría enfrentar más cargos debido a que el Supremo Tribunal de Brasil ha autorizado a los fiscales a investigar si aceptó sobornos a cambio de favores políticos a una compañía que opera en el puerto de Santos.
Los cargos se anunciaron horas después de que las autoridades allanaron la vivienda del ministro de Agricultura, Blairo Maggi, sospechoso de sobornar a legisladores estatales a cambio de apoyo político durante su período como gobernador de Mato Grosso del 2003 al 2010.