Papa llama a conciliar para superar lucha armada colombiana
El papa Francisco urge a los colombianos a unirse y dejar atrás el odio.
El cielo bogotano se cubrió de fuegos artificiales cuando concluyó la primera misa multitudinaria del papa Francisco en Colombia. En medio del festejo, el pontífice latinoamericano envió un mensaje a los colombianos: busquen la reconciliación.
Desde la capital de un país que por más de cinco décadas sufrió las consecuencias de un conflicto armado, Francisco llamó a jóvenes, líderes y miembros de la Iglesia Católica a sumar esfuerzos para lograr esa anhelada ruta en Colombia, una tarea que se antoja pedregosa, según los analistas.
Durante la misa al aire libre en el parque Simón Bolívar --el punto culminante del primer día completo de actividad de Francisco en el país-- enfocó sus mensajes en la necesidad de que los 48 millones de colombianos comiencen a transitar en conjunto hacia la conciliación.
Hace falta llamarnos unos a otros, hacernos señas, como los pescadores (en el Evangelio), volver a considerarnos hermanos, compañeros de camino, socios de esta empresa común que es la patria, dijo el papa en su homilía ante más de un millón de personas, según estimó la alcaldía de Bogotá.
Sin embargo, algunos colombianos en las calles no estaban seguros del alcance que tendría el mensaje del pontífice. Tiene buenas intenciones, pero la realidad es que hay mucho rencor entre la gente y dudas, dijo a The Associated Press el dueño de un restaurante en el centro de la capital, Héctor Rodríguez, de 54 años.
Francisco llegó la víspera para una visita de cinco días a cuatro ciudades del país --Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena-- en el tercer viaje de un papa a tierra colombiana.
Aun cuando su homilía estuvo más apegada al Evangelio y a hacer paralelismos entre éste y la realidad colombiana, Francisco insistió en el mensaje de la unidad, aunque sin antes advertir que hay densas tinieblas que amenazan a la nación debido a la injusticia, inequidad social, corrupción y el egoísmo.
Es mucho el tiempo pasado en el odio y la venganza... La soledad de estar siempre enfrentados ya se cuenta por décadas y huele a cien años, dijo más temprano el pontífice argentino de 80 años durante su encuentro con Santos y aludiendo a la obra cumbre del fallecido Nobel colombiano.
Santos, uno de los artífices del fin del conflicto al pactar la paz con las FARC el año pasado, aceptó en un discurso previo el llamado del papa a los colombianos a "dar el primer paso" y dejar atrás el resentimiento de décadas de violencia armada. Sin embargo, el mandatario reconoció que aún queda mucho por hacer para superar las divisiones creadas por el acuerdo que los opositores conservadores consideran demasiado generoso.
Antes de la misa, Francisco realizó un recorrido por la histórica Plaza Bolivar, en el centro de la capital, donde se encontró con una multitud, mayormente de jóvenes, a los que bendijo y pidió que liderasen los esfuerzos por avanzar en la paz. Francisco insiste en ensalzar a la juventud y a las mujeres como agentes de cambio, dicen expertos.
¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender!, dijo.
El papa siguió la tónica de sus mensajes al encontrarse al mediodía con 130 obispos colombianos a quienes pidió que a través de la palabra ayuden a sanar los rencores y el odio. Algunos expertos destacan tempranamente que el papa haya apelado a los obispos para ser agentes dinámicos en la causa de la reconciliación.
El otro tema sobresaliente fue el énfasis en la justicia con leyes justas como la única manera de lograr una reconciliación duradera porque las grandes desigualdades socioeconómicas del país y de América Latina causan violencia, expuso a la AP Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University.
Esta visita tiene un alto contenido emocional y cumple una promesa que hizo Francisco a negociadores del gobierno y las FARC cuando visitó Cuba en 2015, en coincidencia con el prolongado diálogo entre las partes en esa en la isla caribeña.
Entonces pidió a ambas partes que no dejaran pasar una oportunidad histórica para la paz. Pero ahora que el acuerdo está firmado, las armas silenciadas y 7.000 rebeldes están regresando a la vida civil, los colombianos enfrentan un reto más complicado: unirse y erradicar las disparidades sociales.
El conflicto cobró la vida de 220.000 muertos y siete millones de desplazados.
Francisco se desplazará el viernes a Villavicencio, en el departamento del Meta en el sur colombiano y uno de los más castigados por la guerra, para orar por la reconciliación ante víctimas, exrebeldes de las FARC y militares que tomaron parte en el conflicto. Además beatificará a dos sacerdotes católicos asesinados, uno de ellos a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla activa y en proceso de una negociación de paz con el gobierno.
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Los periodistas de The Associated Press Nicole Winfield y Josh Goodman contribuyeron en este despacho.