NFL 2017: La NFC inicia sin un claro favorito
La NFC está tan abierta como Odell Beckham Jr. en un pase largo
Si la AFC luce como algo seguro para los Patriots, la NFC está tan abierta como Odell Beckham Jr. en un pase largo.
Desde luego, existen favoritos, encabezados por los Falcons, cuya debacle en el Super Bowl debe servirles de motivación para brindar actuaciones sólidas durante 60 minutos. Seattle luce como el líder de la jauría en el Oeste, y los Giants _ en caso de que Beckham permanezca saludable _ son de cuidado en el Este.
Nadie quiere visitar la tundra en invierno, pero parece que el Norte de la NFC pasa por Green Bay.
Lo más intrigante es lo que podría ocurrir en Atlanta, en donde los Falcons estrenan una espectacular casa _ con todo y precios accesibles de bocadillos _ y algunos amargos recuerdos que utilizar como incentivo en el Sur.
Soy muy exigente con ellos, con el personal de entrenadores, y también conmigo, dijo el coach Dan Quinn. Definitivamente comparto la decepción cuando se presenta y lo divertido que es cuando estamos encendidos, cuando competimos y luchamos juntos. Esos son los momentos en los que procuro mantenerme y no adelantarme demasiado.
O retroceder, dependiendo el caso.
De cualquier modo, es aventurado marcar a los Falcons como algo seguro en su división, ya no digamos en su conferencia.
NFC SUR
Este podría ser el sector más competitivo de la Conferencia Nacional. Los cuatro equipos inician con altas expectativas y varias debilidades palpables.
En el caso de Atlanta, más allá del factor psicológico, la duda es qué tanto ha mejorado la defensiva que rodea a Vic Beasley, experto en presionar al quarterback. La llegada del tacle Dontari Poe y el defensive end novato Takkarist McKinley deben ayudar en la presión al pasado, pero el perímetro, en particular, aún necesita mejorar mucho.
Sin embargo, el actual MVP Matt Ryan y su potente cuerpo de receptores y running backs son capaces de anotar 40 puntos en cualquier partido.
La malaria post-Super Bowl de Carolina fue evidente desde el comienzo de la campaña anterior, y Ron Rivera es demasiado buen entrenador como para permitir que alguien vuelva a presentarse con un esfuerzo mediocre. De Cam Newton se puede esperar, en caso de que su brazo esté bien, que recupere su nivel esta temporada. Mientras que el ataque terrestre sumó un nuevo ingrediente con el novato Christian McCaffrey. La defensiva cuenta con los linebackers Luke Kuechly y Thomas Davis como cimientos.
Tampa Bay debe encontrar una base similar en defensa para mantenerse al nivel de una ofensiva que asustará a cualquier rival. No pierdan de vista al tight end O.J. Howard, uno de los favoritos al premio al Novato Ofensivo del Año.
Nueva Orleans está sumido en una desagradable tendencia de temporadas con récord de 7-9. Hilvanar una cuarta, especialmente con Drew Brees luciendo aún al máximo de sus capacidades, podría sentenciar el destino del coach Sean Payton, quien necesita que su defensiva aparezca.
NFC OESTE
El único desafío que pudieran enfrentar los Seahawks _ excepto, tal vez, sus conflictos internos _ está en Arizona. Sin embargo, los Cardinals vienen de una temporada por debajo de lo esperado, en donde con frecuencia batallaron para cerrar los partidos.
En caso de que Carson Palmer recupere su nivel, David Johnson siga siendo el running back más versátil de la NFL y Larry Fitzgerald siga siendo, bueno, Larry Fitzgerald, Arizona podría presionar a Seattle. Los Cardinals resultaron demasiado afectados por las lesiones en 2016, y su profundidad sigue estando en duda.
Seattle también tuvo problemas de lesiones, sin embargo logró llegar a postemporada a pesar de un año a la baja. Su ofensiva terrestre recibió un impulso con el regreso de Thomas Rawls y el fichaje de Eddie Lacy (si se mantiene en forma) y esa defensiva puede infundir temor, especialmente en la recta final.
Olvídense de cualquier idea de que los Rams y los 49ers aspiren a otra cosa que no sea una alta selección en el draft.
NFC ESTE
¿Se imaginan a los Cowboys ganando el Super Bowl en el mismo año en el que Jerry Jones ingresa al Salón de la Fama?
Esperen un momento. Dallas podría ni siquiera ser el mejor equipo en su división.
Aunque los Cowboys podrían dar un paso atrás, o varios en caso de que el estelar corredor Ezekiel Elliott cumpla con los seis juegos de su suspensión, los Giants están posicionados para dar un paso al frente. Esa situación cambia en caso de que le sigan propinando golpes a Beckham el que recibió ante Cleveland el lunes pasado, pero con la llegada de Brandon Marshall y el impresionante novato, el tight end Evan Engram, Eli Manning tiene más objetivos para lanzar el balón. La gran duda es el ataque terrestre de Nueva York, pero nadie, ni siquiera Dallas, parece correr bien el balón contra la defensiva de Steve Spagnuolo.
Desde luego que si el Novato Ofensivo del Año Dak Prescott puede mantener el nivel en su segunda temporada, detrás de una sobresaliente línea, Dallas sigue siendo peligroso. Su mayor problema es una defensiva poco confiable a pesar de la presencia del estelar linebacker Sean Lee.
Para Filadelfia, el 2018 podría ser un año especial. Pero por ahora, los objetivos se centran en seguir creciendo y aspirar a una marca de .500 o más.
Washington le está pagando al quarterback Kirk Cousins como si fuera una combinación de Tom Brady y Aaron Rodgers. Y los Redskins necesitan ese tipo de producción para evitar el sótano del sector.
NFC NORTE
Detroit y Minnesota tienen el maquillaje de equipos que podrían presionar a los Packers. O no.
No en el caso de que Rodgers se mantenga saludable y desarrolle una relación simbiótica con el tight end Martellus Bennett, uno de los mejores fichajes para este año en toda la NFL. No en el caso de que el perímetro, mermado por tantas lesiones, se mantenga saludable. Y obviamente, no si los Packers entran rápido en ritmo y evitan un inicio de 4-6 como el de la temporada pasada que los obligó a enracharse para poder ingresar a playoffs.
Si Minnesota es capaz de encontrar una ofensiva balanceada que complemente a una gran línea defensiva, podría ingresar a postemporada. Los Vikings deberían poder lucir por tierra con Latavius Murray y el novato Dalvin Cook, pero su ofensiva aérea requiere de mayor consistencia y amenazas profundas.
Los Lions fueron los reyes de las remontadas en 2016, y en esta ocasión necesitarán evitar caer en tantos hoyos. Las mejoras en la línea podrían darle un impulso al ataque terrestre, y Matthew Stafford ha demostrado que merece un gran contrato. Sin embargo, es difícil que la Ciudad Motor se entusiasme con esa defensiva.
Los Bears no harán nada parecido a las recientes versiones de los Cachorros y los Blackhawks en Chicago.