A casi un año del ataque, Kvitova conmueve en el US Open
Menos de un año tras ataque con cuchillo, Petra Kvitova conmueve en el US Open
Petra Kvitova tiene una nueva perspectiva del tenis y la vida.
Después de todo, hace menos de nueve meses, un cirujano no le podía garantizar a la checa de 25 años que podría volver a jugar tras operarle la mano izquierda, con la que empuña la raqueta, tras el ataque con cuchillo que sufrió en su casa.
Pero aquí está en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, con una historia conmovedora que le ha transformado en la favorita sentimental del torneo.
Se trata de apenas la segunda vez en 10 presentaciones que Kvitova se abre paso entre las ocho mejores en Flushing Meadows. La previa fue en 2015, cuando perdió en esa instancia ante la eventual campeona Flavia Pennetta.
El último Grand Slam de la temporada nunca ha sido el más propicio para Kvitova, por el calor que en ocasiones en abrasador y la superficie dura.
Ahora lo disfruto más que nunca, dijo tras su triunfo en dos sets ante la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza en los octavos de final.
Esa victoria ante la reinante campeona de Wimbledon y número tres del mundo ha sido la más resonante de Kvitova desde que regresó a las canchas a fines de mayo, en el Abierto de Francia.
Yo vine sin ningún tipo de expectativas, indicó la 13ra cabeza de serie en Nueva York.
Lo cierto es que ha excedido esas expectativas tras vivir una pesadilla. El mero hecho de competir es un logro inmenso.
En diciembre, Kvitova se encontraba desayunando en su apartamento en Prostejov, la ciudad checa donde reside, cuando fue víctima del ataque del intruso armado con un cuchillo. La campeona de Wimbledon en 2011 y 2014 resistió, sufriendo heridas en los tendones de la mano izquierda, en todos los cinco dedos y dos nervios.
Aún le cuesta sujetar con fuerza su raqueta o cerrar el puño cuando festeja sus triunfos.
Lo que ha tenido que pasar es inconcebible, irracional. El mundo en el que vivimos es simplemente traumático, comentó Venus Williams, quien será su rival en la ronda de cuartos el martes. Para ella, el poder estar jugando bien es un gran bendición. El poder estar acá y hacer lo que necesita, su lucidez para jugar, es algo lindo de admirar.
Williams también está escribiendo una historia admirable.
Con 37 años, la estadounidense es la más veterana del cuadro femenino y es la única que sigue en carrera que ha salido campeona del torneo, algo que se remonta a las ediciones de 2000 y 2001.
Este ha sido su mejor año en las grandes citas desde su consagración en Wimbledon 2008. Fue subcampeona en Australia y Wimbledon y alcanzó octavos en Francia.
Williams bromeó cuando se preguntó si sus previos títulos, tan distantes en el tiempo, le otorgan cierta ventaja.
Nadie te regala nada. Pero en caso que lo hagan, lo voy aceptar con mucho gusto. Acepto todas las tarjetas de crédito importantes y los errores no forzados, señaló.