¡No estamos todos, falta Huenante!
En Argentina miles exigen saber donde está Santiago Maldonado, mientras en el sur de Chile hace 12 años unos cuantos nos preguntamos ¿Dónde está José Huenante?.
El 3 de septiembre del año 2005 José Huenante Huenante un joven de 16 años, de origen mapuche, poblador de un sector periférico de Puerto Montt, se reunía con sus amigos en sitio eriazo a consumir cerveza, algo común en los sectores menos acomodados de Chile. Alredor de las 3 am sucede el quiebre, Carabineros de Chile a cargo del orden público, aparece en la escena y las versiones dejan de coincidir, lo que está claro, es que desde la irrupción del personal policial se pierde la pista de José. Existen como mínimo dos testimonios de pobladores que dicen haber visto a personal policial perseguir a José y posteriormente detener y golpear al joven, por su parte el personal policial dice que esto jamás ocurrió. Los registros policiales se encuentran adulterados, en el registro de detenciones se observa un número uno que se sobrepone al número dos, eliminando así la detención de José.
La familia del joven ha luchado desde el primer momento por la verdad. En primera instancia personal policial se rehúsa a admitir una denuncia por presunta desgracia, trámite necesario para comenzar la investigación, luego de más de una década la lucha de esta familia encabezada por la madre y la tía del joven, se ha transformado en casi una súplica por recuperar el cuerpo de José y darle una sepultura digna.
Con el paso del tiempo se ha llegado a decir que Huenante es el primer detenido desaparecido en democracia y ¿Qué es lo que hace la institucionalidad chilena frento a esto, teniendo como antecedente miles de detenidos desaparecidos en la etapa más sangrienta de su historia?, el Ministerio público formaliza a 3 uniformados por sustracción de menores, en la investigación se establece la adulteracion de los registros de detenidos y el kilometraje de la patrulla policial. En el año 2009 se remite el caso a la justicia militar, lo que implica que estos 3 uniformados serían juzgados por sus pares. La gran culpabilidad de los efectivos policiales,falsificación de instrumento público, hecho que no evitó que sean re incorporados a sus funciones, esto es lo que clama la casi ciega justicia chilena.
Lamentablemente en este país hechos así indignan y duelen, pero no sorprenden, porque tenemos cientos de años siendo testigos de la maldición que significa ser de provincia, pobre, mapuche o simplemente diferente. En esta sociedad estas realidades se hacen invisibles a pleno sol, no hay portadas en grandes diarios o en cadenas de televisión, no se reúnen miles en las grandes capitales para exigir justicia y dignidad para un niño y su familia. En cambio al otro lado de la cordillera miles se unen por un compatriota,ustedes heramanos argentinos son grandes, jamás dejen de gritar por las injusticias y atropellos,alcen la voz y jamás bajen las manos, porque Santiago merece justicia, justicia que José no ha recibido de su patria.
En un puerto a más de mil km de Santiago de Chile es posible advertir por algunos, cuando se cumple otro aniversario de la desaparición de este sureño se puede escuchar a pobladores y familiares gritar en una ciudad sorda: ¡No estamos todos, falta Huenante!. El resto del año muchos no se percatan que recorren las mismas calles que recorrió este niño que abandonó su educación para colaborar económicamente con su familia, muchos no se dan cuenta que existe una herida , pero créeme que al encontrar un mural o solo un rayado que gracias a los que no olvidan esta injusticia, gracias a ellos puedes sentir como se combinan indignación, frustración y arte rezando ¿Dónde está José Huenante?. Cuando prestas la suficiente atención puedes escuchar las paredes de la ciudad llorar.