Chile: maristas denuncian a religioso por abuso de menores
La Congregación de los Hermanos Maristas de Chile reconoce que desde 2010 saben que uno de sus religiosos abusó sexualmente de al menos 14 menores
La Congregación de los Hermanos Maristas de Chile reconoció que desde 2010 saben que uno de sus religiosos abusó sexualmente de al menos 14 menores, aunque no lo denunciaron sino hasta este lunes.
La congregación envió el miércoles a The Associated Press una copia de un comunicado que a principios de agosto mandó a los padres, apoderados y profesores de sus escuelas en el que reconoce los hechos de abusos sexuales cometidos por el hermano Abel Pérez. El documento señala que interpondrían acciones legales contra el religioso, quien en 2010 confesó a sus superiores que abusó de 14 alumnos que asistían a colegios maristas entre la década de 1970 y el año 2000.
Esta semana, Mariano Varona, delegado provincial de los maristas, otorgó diversas entrevistas a medios locales y confirmó que había denunciado a Pérez. La Fiscalía Regional Sur precisó a la AP que el caso será indagado por la fiscalía de delitos sexuales y violencia intrafamiliar.
Según precisaron los maristas a través del comunicado entregado a los padres y profesores el 8 de agosto, Pérez fue relegado a tareas administrativas en 2010 y aseguraron que no está en contacto con niños y adolescentes. Después, en declaraciones a la prensa, Varona dijo que Pérez fue enviado a Lima, Perú, sin precisar cuándo y a qué labores se dedica el religioso, que según algunos medios tendría unos 70 años.
Varona admitió en días pasados ante algunos periodistas que la congregación estaba al tanto de las confesiones de Pérez y justificó el retraso en la denuncia argumentando que los maristas carecían de experiencia y protocolos en materia de abusos. Según agregó, consultaron a dos personas que eran autoridad en el tema y éstos recomendaron no denunciar a Pérez sino hasta que las víctimas lo hicieran. No dio más detalles.
La AP solicitó una entrevista con Varona, pero su oficina la rechazó. Autoridades de la Conferencia Episcopal de Chile y la Congregación de maristas en Perú no respondieron a consultas de la AP para conocer su opinión.
Recientemente, algunos de los estudiantes comenzaron a contactarse por Facebook, lo que Varona dice haber detectado. Eso, agregó, los motivó a realizar la denuncia, además de que con el tiempo nos dimos cuenta que nuestra conducta fue impropia, que no se corresponde.
De acuerdo a Varona, contactaron a las víctimas y en conjunto resolvieron hacer público el caso, proceso que inició con el comunicado emitido a su comunidad, el envío de una carta a cada víctima para reconocer el daño causado, la posibilidad de recibir apoyo psicológico y una compensación económica de 75.000.000 pesos chilenos (unos 120.000 dólares).
Diez de los menores que Pérez confesó haber afectado pertenecieron al Instituto Alonso de Ercilla, en el centro de Santiago, y cuatro al Colegio Marcelino Champagnat, de la barriada pobre de La Pintana, en la periferia sur de la capital chilena.
Ante los hechos, el periodista Juan Carlos Cruz, uno de los menores que fue víctima del cura católico Fernando Karadima caso denunciado en abril de 2010 dijo el martes a la AP que Pérez es uno más de los tantos que creen que se pueden esconder, que se pueden proteger entre ellos, encubrir, que valoran más a los criminales que a las víctimas.
Su testimonio y el de otras víctimas permitieron que en 2011 Karadima fuera removido de su puesto y recluido en una casa de monjas por disposición del Vaticano. Luego se desarrolló un juicio penal y aunque la jueza dijo que había suficientes pruebas contra el cura, no dictó sentencia porque los delitos de abusos habían prescrito.
Cuando Varona, el superior de los religiosos, fue cuestionado por una televisora local sobre el futuro de Pérez en la congregación, éste afirmó que podría seguir formando parte de ésta aunque fuera condenado a una pena de cárcel.
Uno tiene que tener misericordia y uno tiene que preocuparse también de la persona del agresor, dijo. Abel Pérez es una persona, tiene todo el respeto a pesar de lo que ha hecho, agregó.
La Congregación también tiene problemas en Argentina, donde el director de un colegio católico, del mismo grupo admitió el abuso de unos de sus alumnos hace 38 años. La escuela es una de los más prestigiosas de Buenos Aires.