Atentan contra periodista hondureño
Atacan a tiros a director de periódico digital hondureño, policía dice que fue un intento de robo
La policía de Honduras atribuyó el viernes a un intento de robo el ataque a tiros perpetrado por al menos dos hombres contra al director y propietario del periódico digital El Libertador, Johnny Lagos, quien sobrevivió al atentado.
"Fue un robo. Y los individuos usaron armas de fuego y pusieron en riesgo la vida de las víctimas", indicó la policía en un comunicado sin ofrecer más detalles.
La esposa de Lagos, Lurbin Yadira Cerrato, resultó levemente herida, indicó su hijo también llamado Johnny Lagos en una rueda de prensa. Ella también es periodista.
La pareja salía la noche del jueves de las oficinas del diario en el barrio Palermo, al este de Tegucigalpa, cuando fue atacada.
"Mi padre está bien, salió ileso del atentado", afirmó Lagos. "Pero una bala rozó el hombro izquierdo de Lurbin Yadira", explicó Lagos.
El automóvil en el que viajaban Lagos y su esposa presenta numerosas perforaciones de bala y el vidrio frontal quedó destrozado, agregó la policía.
Los desconocidos aguardaron a Lagos en la calle a bordo de un vehículo en el que luego huyeron.
Ellos (los delincuentes) los interceptaron y les dispararon. La pareja se tiró al piso del coche para salvarse", sostuvo Lagos.
El Libertador ha criticado duramente al presidente Juan Hernández por presentarse a las elecciones generales de noviembre pese a que la constitución prohíbe la reelección y ha denunciado con frecuencia la corrupción.
El Comité por la Libre Expresión, integrado por reporteros, calificó al hecho de "ataque de corte político" con "el que este gobierno pretende acallar de una vez por todas a los periodistas independientes".
En tanto el Centro de Investigación y Promoción de Derechos Humanos denunció que "esta acción criminal es una expresión de un Estado incapaz de garantizar la seguridad a sus habitantes y mucho menos el ejercicio libre de la prensa".
Unos 70 periodistas y ejecutivos de medios de comunicación han sido asesinados violentamente en los últimos 10 años en Honduras y solo tres casos han sido aclarados hasta ahora por las autoridades.