Fiscal venezolana destituida liga su salida a caso Odebrecht
La fiscal venezolana destituida asegura tener todos los datos que vinculan a Maduro con Odebrecht
La fiscal venezolana destituida Luisa Ortega Díaz aseguró el viernes tener datos que vinculan al presidente Nicolás Maduro con operaciones de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht en Venezuela.
En un encuentro de procuradores y fiscales latinoamericanos en la ciudad mexicana de Puebla, al que Ortega se comunicó por teléfono, dijo que fue removida porque el gobierno de Maduro quería impedir que siguiera con sus investigaciones sobre Odebrecht y pidió a los fiscales no compartir información con Caracas con el fin de impedir que sea usada para evadir la justicia.
Ortega dijo que, el mismo día de su destitución, su oficina sufrió un asalto por parte de las autoridades y que sometieron al personal. Aseguró que a 64 fiscales nacionales especializados en corrupción se les ha prohibido salir del país, como a ella, sin ninguna fórmula procesal, por capricho del gobierno, y que sabe que varios empleados más han abandonado el país por miedo a represalias.
Y todo esto tiene mucho que ver con la investigación de Odebrecht, aseguró en sus comentarios a los procuradores y fiscales reunidos en esa ciudad del centro de México. Eso los tiene muy preocupados y angustiados porque saben que tenemos la información y el detalle de todas las operaciones, los montos y personas que se enriquecieron, y que esa investigación involucra al señor Nicolás Maduro y a su entorno.
Ortega les pidió entonces cautela con la información que compartan con el nuevo fiscal designado.
Cualquier información que ustedes remitan en este momento al ministerio público (venezolano) va a ser utilizada con fines contrarios a los previstos. Sería destruida la evidencia, aprovecharían la información para atentar contra la fuente. Estas son las consecuencias que nosotros hemos tenido que enfrentar, advirtió.
Las palabras de Ortega, a cuyo audio tuvo acceso The Associated Press, suponen su primera aparición en público desde que fue destituida el 5 de agosto. La antigua aliada del chavismo tiene prohibido salir de Venezuela y le congelaron sus cuentas bancarias, además de que las autoridades allanaron su residencia esta semana y ordenaron la captura de su esposo, al que acusan de dirigir una red de extorsión.
El mismo día, Ortega y su marido, el legislador Germán Ferrer, huyeron a Colombia en un avión privado que partió de la isla de Aruba, ubicada al norte de Venezuela, según confirmaron las autoridades migratorias colombianas por la noche.
Ante esa situación en la fiscalía venezolana, Ortega pidió la solidaridad de sus compañeros frente a lo que definió como unas instituciones que se han apartado de la legalidad y se han convertido en promotores de un gobierno totalitario.
Dijo que el fiscal general actual es ilegítimo y cómplice del gobierno y que hay una persecución sistemática en su contra.
Tengan la certeza que no dejaré de luchar. Podrán inventar casos, me podrán inventar delitos, podrán seguir encarcelando y persiguiendo a mis familiares y a mi entorno, pero jamás renunciaré a algo que juré: defender hasta el último aliento la democracia, la libertad y los derechos humanos en Venezuela, dijo a modo de despedida.
En el encuentro estaba previsto que acudiera en representación de Venezuela Roberto Acosta, director general contra la delincuencia organizada, pero según el listado de asistencia de la fiscalía mexicana nunca llegó.
Las autoridades mexicanas no respondieron a una solicitud de información de la AP sobre cómo se decidió la participación de Ortega.