Asesinan a otro periodista en el norte de México
El periodista Luciano Rivera, que trabajaba en la localidad de Rosarito, en el estado fronterizo de Baja California, fue asesinado en un bar, aparentemente por defender a unas mujeres de personas que las molestaban, informaron autoridades
El periodista mexicano Luciano Rivera, que trabajaba en la localidad de Rosarito, en el fronterizo estado de Baja California, fue asesinado con arma de fuego la madrugada del lunes en un bar, aparentemente por defender a unas mujeres de personas que las molestaban, informaron autoridades.
Con Rivera suman ocho los informadores que han matado en México en 2017. Este año, según organismos internacionales especializados en libertad de expresión, el país se convirtió en el lugar más letal para la prensa de todo el mundo.
Según explicó a The Associated Press el subdirector de la policía municipal de Rosarito, César Pedro Silva Ibáñez, testigos presenciales indicaron que un grupo de cinco personas molestaba a unas mujeres, el periodista les llamó la atención y entonces fue cuando le dispararon.
Los atacantes se subieron a un taxi rumbo a Tijuana y más tarde uno de ellos, el que manejaba el vehículo, fue detenido y en el coche se localizó el arma supuestamente utilizada para el homicidio, añadió el jefe policial.
El Canal local CNR Noticias confirmó a la AP que Rivera era parte de la empresa y hermano del director, pero no quiso hacer más comentarios.
Silva Ibáñez, por su parte, dijo que era un periodista conocido en la localidad y que trataba todo tipo de temas, desde movimientos sociales hasta temas policiacos o de cultura.
El lunes por la tarde, Juan Pablo Espinoza, reportero de Los Mochis, en el estado norteño de Sinaloa, denunció que durante la madrugada incendiaron su vehículo en la cochera de su casa. Según dijo, el móvil pudo haber sido su labor periodística.
Espinoza, director de un portal llamado Sinaloa Noticias, indicó a AP que cubre temas de política y análisis pero no policiacos y que no sospechaba quiénes pudieron ser los atacantes. Dijo que nunca había recibido amenazas pero que el mes pasado alguien acuchilló dos llantas de su coche, aunque el incidente no le preocupó en aquel momento.
Este día coincide con la conmemoración de otro crimen contra la prensa que tuvo gran impacto hace dos años: el homicidio de cinco personas en una zona de clase media de Ciudad de México. Entre los fallecidos estaba el fotógrafo Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera, quienes habían salido del estado de Veracruz por las amenazas recibidas.
La Comisión de Derechos Humanos de la capital emitió recientemente una recomendación en la que acusaba a la fiscalía capitalina de negligencias como contaminar el lugar de los hechos, omisiones y violaciones al debido proceso, a la verdad y a la dignidad de las víctimas por ese crimen.
Al menos 27 periodistas han sido asesinados en México desde que el presidente Enrique Peña Nieto llegó al poder en diciembre de 2012. Otros han sido atacados y más de 500 se han acogido al programa de protección federal.