Italia estudia visas de emergencia ante crisis migratoria
Mientras los italianos afrontan la presión de las nuevas llegadas de migrantes y la falta de respuesta de Europa a los pedidos de que les alivien el peso, el gobierno estudia otorgar visas de emergencia
Mientras los italianos afrontan la presión de las nuevas llegadas de migrantes y la falta de respuesta de Europa a los pedidos de que les alivien el peso, el gobierno estudia lo que algunos han llamado la opción nuclear: otorgar visas de emergencia que permitirían a los migrantes la circulación irrestricta por todo el continente.
El premier Paolo Gentiloni sufre presiones crecientes para resolver la crisis con el arribo de más de 85.000 migrantes en el primer semestre, 20% más que el año pasado. Los pedidos de asilo han aumentado 25%.
El proyecto de las visas de emergencia no estuvo en el temario de la reunión de cancilleres en Bruselas el lunes, pero sí fue tema de discusiones acaloradas al margen de la reunión.
El canciller italiano Angelino Alfano negó los informes de prensa de que se otorgarían 200.000 visas bajo el plan. Pero otros funcionarios italianos dijeron que estaba en discusión, siquiera para tener un argumento de fuerza para llevar a la mesa.
No es una amenaza. Es un instrumento de persuasión, dijo el senador italiano Luigi Manconi, del Partido Demócrata, a la televisora privada Sky TG24 el fin de semana. Confirmó que el ministro del Interior, Marco Minniti, estudiaba la propuesta.
Mario Giro, funcionario de la cancillería, reconoció que Italia carece de peso en Bruselas.
Por el momento no tenemos un fuerte poder negociador, pero debemos conseguir aliados, acotó.
Gentiloni se ha visto obligado a retirar un proyecto legislativo para afrontar la crisis de migración. La reacción política le obligó a retirar hasta después del receso de verano un proyecto de ley que otorgaría la naturalización a niños migrantes.
Los detractores de la ley, que fue aprobada por la cámara baja, han utilizado el argumento de la crisis, aunque ninguno de los migrantes de las últimas oleadas podría acogerse de inmediato a la ley, que requiere cinco años de residencia.
En tanto, alcaldes de toda Italia y principalmente del sur se sublevan contra los intentos del gobierno de reubicar a los migrantes en sus poblaciones.
En Castel'Umberto, Sicilia, el alcalde se sumó a una protesta que impidió la entrada de medio centenar de migrantes a un hotel. Unos 40 alcaldes de los alrededores de Messina _donde se prevé el arribo de miles de personas en los próximos días_ se reunirán con el prefecto local.