Casa Blanca promueve ley de salud ante gobernadores
Casa Blanca busca convencer a gobernadores escépticos sobre las presuntas bondades de su proyecto de reforma a la ley de salud
El gobierno del presidente Donald Trump trató el sábado de convencer a gobernadores escépticos de todo Estados Unidos sobre las presuntas bondades de su proyecto de reforma a la ley de salud, actualmente en manos del Senado.
El secretario de Salud Tom Price y la administradora de los centros de servicios de Medicare y Medicaid, Seema Verma, hicieron su presentación el sábado por la mañana durante una reunión a puerta cerrada de la Asociación Nacional de Gobernadores, que agrupa a los mandatarios de ambos partidos.
El vicepresidente Mike Pence también se reunió en privado con varios de los gobernadores después de su discurso público el viernes en la conferencia en Rhode Island.
El gobernador de Nevada, Brian Sandoval, uno de los republicanos más reacios al proyecto de ley, dijo el sábado que es poco probable que cambien la opinión de alguien.
Me resulta difícil para validar los números que me está presentando el gobierno, en comparación con lo que estoy escuchando de los (expertos) independientes, con lo que probablemente escucharé (de la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso) y de lo que estoy escuchando en casa, dijo Sandoval después de una reunión a puerta cerrada de los gobernadores.
Sandoval se ha mostrado preocupado por los planes de aplicar recortes al programa Medicaid, un programa gubernamental de asistencia médica para los pobres o discapacitados. Su posición es importante debido a la presión que podría ejercer sobre el senador republicano Dean Heller, de Nevada, cuyo voto podría ser decisivo.
Ya hay dos senadores republicanos que se oponen a la reforma de ley, por lo que un voto más en contra mataría el proyecto en un Senado dividido 52-48 entre los republicanos y los demócratas.
El gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, presidente de la Asociación de Gobernadores Democratas, dijo que el ambiente durante el desayuno de trabajo del sábado fue tenso y que hay muchos gobernadores republicanos que aparentemente tienen un problema de cuello, porque todos estaban mirando hacia abajo.
Malloy agregó que algunos gobernadores republicanos hicieron preguntas. Otros dijeron que plantearon sus preocupaciones a la Casa Blanca durante sus reuniones cara a cara.