Ante presión de Norcorea, EEUU revisa su sistema antimisiles
Preocupa a EEUU el recién demostrado poder de Corea del Norte con el uso de misiles
El recién demostrado poder de Corea del Norte con el uso de misiles coloca a Alaska dentro del alcance de un posible ataque y genera presión sobre los sistemas antimisiles del Pentágono como nunca antes.
Aún más preocupante es que podría ser sólo cuestión de tiempo para que Pyongyang logre montar una ojiva atómica en un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) de un alcance todavía mayor, lo que pondría en riesgo a todo Estados Unidos.
El Pentágono ha gastado decenas de miles de millones de dólares para desarrollar lo que llama un sistema limitado de defensa contra misiles capaces de llegar a territorio estadounidense. Dicho sistema, que nunca ha sido utilizado en combate ni ha sido sometido a pruebas a fondo, funcionó bien el 30 de mayo en su primer intento de intercepción de un ICBM de prueba, pero no ha sido empleado en condiciones más realistas.
Aunque desde hace tiempo Rusia y China cuentan con la capacidad de hacer llegar una ojiva nuclear hasta Estados Unidos, Corea del Norte es visto como una amenaza mayor y más preocupante. Su gobierno opaco e impredecible suele confundir a los servicios de inteligencia estadounidenses. Y el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha amenazado abiertamente con lanzarle un proyectil a Estados Unidos, sin mostrar interés en sostener negociaciones para controlar las armas nucleares y los misiles.
Deberíamos estar preocupados, dijo Philip E. Coyle III, exdirector de la oficina de pruebas y evaluaciones del Pentágono. El éxito más reciente de Corea del Norte, señaló, muestra que no tenemos el tiempo de nuestro lado.
Las autoridades estadounidenses creen que Pyongyang aún no puede miniaturizar una ojiva nuclear que pueda colocar en un misil intercontinental. Y no se sabe si ha desarrollado la tecnología y los conocimientos para proteger suficientemente una ojiva así del calor extremo que experimentará cuando reingrese a la atmósfera de la Tierra en ruta hacia un blanco.
Aún no hemos visto varias cosas que indicarían una amenaza total, incluida la capacidad demostrada para colocar una ojiva nuclear en un ICBM, dijo el capitán de la Marina Jeff Davis, portavoz del Pentágono. Pero es evidente que están trabajando en ello. Es claro que intentan hacerlo. Este es un programa agresivo de investigación y desarrollo de parte de ellos.
El sistema defensivo estadounidense es limitado, pero efectivo, dijo Davis.
Tenemos confianza en él, señaló. Por eso lo desarrollamos.
El gobierno del presidente Donald Trump, al igual que sus predecesores recientes, ha invertido dinero en tratar de encontrar una ruta diplomática para detener y revertir el programa nuclear de Corea del Norte. Aunque el Pentágono tiene planes altamente desarrollados si se ordena el uso de la fuerza militar, ese enfoque es considerado insostenible porque pondría en riesgo a millones de civiles surcoreanos.
Pero hasta ahora la diplomacia ha fracasado. Es por ello que las defensas estadounidenses antimisiles podrían entrar en juego pronto.
El Pentágono tiene un total de 36 interceptores de misiles en silos subterráneos en bases militares de Alaska y California, y que a fin de año sumarán 44. Estos interceptores pueden ser disparados al conocerse que un misil se dirige a Estados Unidos.
Los interceptores viajan hacia su objetivo con coordenadas suministradas por radares y otros sensores electrónicos, y destruyen el blanco por la pura fuerza del impacto afuera de la atmósfera de la Tierra. Comparada en ocasiones con impactar una bala con otra bala, la colisión tiene como fin incinerar la ojiva que se desea destruir, lo que neutraliza su poder explosivo nuclear.
Esta tecnología ha estado en desarrollo desde hace décadas. Sin embargo, a pesar de todos sus avances, el Pentágono no considera que el actual sistema antimisiles sea el adecuado para los rápidos desarrollos de Corea del Norte en la tecnología de misiles.
El ritmo de la amenaza está avanzando con mayor rapidez de lo que pienso se evaluó cuando hicimos la primera revisión de la defensa contra misiles balísticos allá en 2010, declaró Rob Soofer, que está ayudando a revisar las defensas antimisiles, ante una subcomisión de Servicios Armados del Senado el mes pasado. Más allá de lo que las autoridades estadounidenses han dicho públicamente en torno a la amenaza nuclear norcoreana, dijo que el panorama secreto es aún más espantoso. Soofer no proporcionó detalles al respecto.
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Los periodistas de The Associated Press Deb Riechmann y Richard Lardner contribuyeron a este despacho.