Alemania castigaría intolerancia en redes con fuertes multas
La legislatura alemana se dispone a aprobar un proyecto de ley para imponer los límites existentes a la libertad de expresi?n _como la prohibici?n de negar el Holocausto_ en las redes sociales
La legislatura alemana se dispone a aprobar un proyecto de ley para imponer los límites existentes a la libertad de expresión _como la prohibición de negar el Holocausto_ en las redes sociales. Los detractores, incluidos las empresas tecnológicas y los activistas por los derechos humanos, sostienen que la norma tendría consecuencias drásticas para la libertad de expresión online.
La medida aplicaría a las redes sociales multas de hasta 50 millones de euros (56 millones de dólares) si no eliminan rápidamente las noticias falsas calumniosas y otras expresiones ilegales.
Será sometido a voto en el Parlamento el viernes, en la última sesión antes del receso estival y las elecciones nacionales de septiembre, y previsiblemente será aprobado por amplia mayoría.
El experto independiente de la ONU sobre libertad de expresión, David Kaye, advirtió al gobierno alemán que los criterios para retirar el material eran vagos y ambiguos, y añadió que la perspectiva de las multas fuertes podría llevar a redes como Facebook y Twitter a eliminar mensajes cuestionables sin esperar a que una corte lo declare ilegal.
La censura precautoria interfiere con el derecho de buscar, recibir e impartir información de todo tipo en el internet, dijo Kaye.
El autor del proyecto es el ministro de Justicia, Heiko Maas, miembro del Partido Socialdemócrata, el socio menor centroizquierdista de la coalición de la canciller Angela Merkel. Acusa a las redes sociales de no impedir el uso de sus sitios para difundir opiniones provocadoras y la clase de información falsa que es ilegal en Alemania desde hace mucho tiempo.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el país considera delito negar el Holocausto y exaltar el pasado nazi, señalando que las consecuencias genocidas de semejantes ideas demuestra la necesidad de prohibirlas en el discurso público.
La libertad de opinión termina donde empieza el derecho penal, dijo Maas recientemente. Las exhortaciones a asesinar, las amenazas, los insultos, las incitaciones al odio o la mentira Auschwitz (de que los campos de exterminio nazis no existieron) no son manifestaciones de la libertad de opinión sino ataques a la libertad de opinión ajena.
El proyecto de ley cobró impulso con el auge de las manifestaciones de intolerancia antiinmigrante tras el arribo de más de 1 millón de refugiados en los últimos dos años, principalmente de países musulmanes.