Se abre proceso a 3 policías en Chicago por caso McDonald
Se abre proceso a tres policías de Chicago por ocultar las acciones de un policía blanco que mató a un adolescente negro
Se abrió proceso el martes a tres policías de Chicago por cargos de delito mayor por conspirar para ocultar las acciones de un policía blanco que mató a balazos a Laquan McDonald, de 17 años, y por mentir cuando dijeron que el adolescente negro los amenazó "agresivamente" con un cuchillo y trató de ponerse de pie, aún armado, después de que recibió un disparo.
El acta acusatoria señala que un policía en funciones y dos ex policías mintieron respecto a los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2014, cuando el agente Jason Van Dyke disparó 16 veces al joven.
Las narraciones de los policías contradicen lo que se pudo observar en el video de la cámara de la consola de una patrulla, en el cual el adolescente gira al recibir un balazo y cae al suelo _aparentemente incapacitado_ mientras el policía continúa disparando una y otra vez a su cuerpo. El acta agrega que los agentes mintieron cuando dijeron que McDonald no obedeció las órdenes verbales de Van Dyke, y que uno de los policías firmó un reporte en el que afirmó que los otros dos agentes fueron, en efecto, víctimas de un ataque de McDonald.
"Los co-conspiradores crearon reportes policiacos en las críticas primeras horas y días después del asesinato de Laquan McDonald que contenían información importante falsa", indica el acta procesal en la que los tres están acusados de cargos de delito mayor por obstrucción a la justicia, mala conducta oficial y conspiración.
Los autos de procesamiento marcan el capítulo más reciente en el que ha sido uno de los casos más preocupantes en la historia de una fuerza policial acosada por racismo, brutalidad y protección a policías que tratan brutalmente a afro estadounidenses. La publicación del video originó protestas masivas, costó el empleo al superintendente de la policía y dejó a la ciudad batallando por implementar reformas para recuperar la destrozada confianza pública.
En enero, el Departamento de Justicia emitió un reporte severo que encontró que el Departamento de Policía de Chicago había violado los derechos constitucionales de residentes durante años, incluido el muy frecuente uso de la fuerza excesiva y el asesinato de presuntos delincuentes que no representaban una amenaza.