Confederaciones: Spartak y su pasado revolucionario
La estatua de Espartaco que se erige frente al estadio de Spartak de Moscú, una de las sedes de la Copa Confederaciones, es un recuerdo del pasado revolucionario del club
El gladiador de metal está postrado encima de un balón de fútbol, observando desde lo alto a las multitudes en el estadio Spartak de Moscú,
El significado de la monumental estatua de 25 metros de alto ubicada afuera de uno de los estadios de la Copa Confederaciones no está del todo claro para los fanáticos extranjeros, quienes suelen retratarse frente al coloso.
Algunos creen que es un guerrero griego, y otros no tiene ni idea.
En realidad, representa la historia revolucionaria del campeón del fútbol ruso, Spartak de Moscú.
El equipo cambió de nombre varias veces en los años después de la revolución rusa de 1917. Buscando un nombre duradero, los fundadores del club, los hermanos Starostin, y sus amigos buscaron un nombre que representara sus ideales revoluciones con su espíritu de lucha.
Y lo encontraron en el esclavo gladiador Espartaco, quien se rebeló contra los romanos hace 2.000 años. Aunque su ejército fue derrotado, su recuerdo prevaleció como inspiración para Karl Marx y los comunistas alemanes, así que el nuevo nombre de Spartak tenía un impecable pedigrí revolucionario. El club fue bautizado oficialmente con ese nombre en 1935.
El gladiador frente al estadio tiene el aspecto de un guerrero viejo, con profundos tajos en el escudo. Una parte del balón en el que está parado en realidad es metal corrugado, para recordar el pasado industrial de Moscú.
Pero a pesar de que quiera evocar un pasado revolucionario, no carece de cierta ironía: el club ahora es propiedad de Leonid Fedun, un magnate petrolero de la oligarquía post-soviética que hizo su fortuna tras la privatización de bienes del estado.