Ley seca, de cara a final del fútbol colombiano
La ley seca rige en Cali y en cercanías del estadio de Medellín, de cara a la final del Apertura del fútbol colombiano
La ley seca regía en Cali y en cercanías del estadio de Medellín el domingo, como parte de las medidas de seguridad ante el riesgo de acciones violentas de barrabravas, en el día en que equipos de ambas ciudades se medían en la final del torneo Apertura de Colombia.
Se prohibió también la venta de bebidas alcohólicas en el vecindario del estadio El Campín de Bogotá, durante una jornada en que se celebran los 71 años de la fundación del club Millonarios. Atlético Nacional recibía a Deportivo Cali más tarde, en el partido de vuelta de la final.
Sumado al temor de acciones violencia de las barras de los tres populares clubes en el fútbol colombiano, ha generado gran tensión en el país el atentado con explosivos perpetrado el sábado en un centro comercial del norte de Bogotá, con saldo de tres mujeres muertas y ocho personas heridas.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, encabezaba el domingo un consejo de seguridad con la alcaldía de Bogotá, la Fiscalía General, la policía y las fuerzas militares. Se ofrecía una recompensa equivalente a 33.000 dólares por información sobre los autores del ataque.
El miércoles, rigieron un toque de queda para menores y la ley seca en Cali durante el encuentro de ida de la final, realizado en la vecina población de Palmira. La medida se ha reactivado y seguirá vigente hasta las primeras horas del lunes. La seguridad es encomendada a 1.300 policías.
Un joven con la camiseta roja de América de Cali murió apuñalado en la ciudad, mientras seguidores de Deportivo Cali festejaban la clasificación a la final el 11 de junio.
La alcaldía de Medellín puso en práctica la ley seca solo en torno al estadio Atanasio Girardot, escenario del duelo de revancha el domingo por la noche. La tarea de control estaba a cargo de 1.000 agentes y 500 miembros de la logística de Nacional.