Final del Sub20 deja sabor agridulce en Venezuela

Por doquier en las calles se podían ver los estragos causados por otra noche violenta. Pero al amanecer, lo inusitado y conmovedor en Caracas era que las calles lucían desiertas y en silencio: La mayoría de los venezolanos estaba lamentando a puerta cerrada la derrota de su selección de fútbol Sub20.

Venezuela cayó por 1-0 ante Inglaterra en la final disputada en Corea del Sur. La derrota de una selección que jamás había avanzado a la final de una Copa del Mundo en categoría alguna, dejó un sabor agridulce entre los venezolanos.

"Tengo una sensación rara. Estoy contento por un lado, por lo bien que lo hicieron, pero a la vez estoy triste porque pudimos haber empatado con un penal (fallido a los 73 minutos) y cambiar la historia", dijo César Ernesto Lozano, de 29 años, quien resaltó que los jóvenes venezolanos fueron dignos adversarios ante jugadores que han tenido mejores condiciones para desarrollarse profesionalmente.

Mientras que 17 de los 21 jugadores ingleses militan en clubes de la Liga Premier y tienen acceso a las mejores instalaciones en la liga más rica del mundo, más del 80% de los futbolistas venezolanos pertenece a equipos locales que sobreviven con muy escasos recursos.

Los jugadores de la Vinotinto viven en un entorno marcado por una inflación de tres dígitos, alta criminalidad y una escasez generalizada de productos básicos.

"Son unos héroes, con tantos obstáculos, salen por todo lo alto a dar la cara por el país cuando nosotros aquí tenemos miedo hasta de salir a la calle", agregó Lozano, quien aseguró que tomó la decisión de salir a la solitaria calle frente a su casa más por el cariño que le tiene a su perro, un golden retriever de 3 años, que por una sensación de seguridad, tras una noche en que muchos vivieron momentos de gran tensión.

El domingo por la mañana, Lozano era de las pocas personas que se aventuraron a transitar entre los restos de neumáticos quemados y cristales rotos en la barriada capitalina de La Candelaria, ubicada a unas nueve cuadras del palacio presidencial, que el sábado una vez más fue escenario de protestas nocturnas reprimidas violentamente.

Las protestas antigubernamentales en La Candelaria se prolongaron por horas hasta la madrugada del domingo, luego que agentes de la policía nacional y los llamados "colectivos" _grupos armados afines al gobierno, a bordo de motocicletas_ repelieron a los manifestantes, efectuando disparos de armas de fuego y lanzando desde fuegos artificiales hasta granadas de gases lacrimógenos contra las fachadas de los edificios.

En la Candelaria también se produjeron algunas incursiones de policías y miembros de los "colectivos" en edificios donde vecinos temerosos golpeaban cacerolas y tocaban pitos para alertar a otros y expresar su rechazo contra la acción.

Las protestas antigubernamentales, desde finales de marzo, han dejado al menos 67 muertos, más de 1.300 heridos y cientos de detenidos.

La actuación del equipo "Vinotinto" fue elogiada al unísono, incluso por enconados rivales como el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Henrique Capriles, quienes a diario asumen posiciones opuestas en este país amargamente dividido por la política.

"Felicitaciones muchachos han logrado hacer historia de nuestro deporte...Que Dios los Bendiga", tuiteó el presidente Maduro.

Capriles, en tanto, escribió: Su país,nuestra Venezuela, les da las gracias!Para nosotros son campeones y orgullo de esta tierra!Llegaron donde nadie lo había logrado!.

Históricamente el equipo más débil de América del Sur, Venezuela es el único país de la región que nunca ha jugado un mundial de mayores y ya no tiene posibilidades de disputar la Copa del Mundo el año próximo, ya que marcha último en las eliminatorias sudamericanas. En la categoría Sub20, Venezuela participó apenas en su segundo mundial.

Venezuela tampoco ganó nunca una Copa América y ningún club venezolano logró avanzar más allá de los cuartos de final en la Copa Libertadores.