Temen que los republicanos oculten un informe sobre tortura
Los demócratas temen que los republicanos entierren un informe sobre tortura
Legisladores demócratas y organizaciones defensoras de los derechos civiles criticaron el viernes al jefe republicano de la comisión de inteligencia del Senado por pedir que le devuelvan las copias de un informe sobre el tratamiento que daba la CIA a los detenidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Los críticos alegan que el senador Richard Burr, que representa a Carolina del Norte, está tratando de "borrar la historia" al hacer más difícil que la gente llegue a ver alguna vez el documento secreto.
Burr dijo que las cortes federales fallaron que el informe es un documento del Congreso y pidieron la devolución de las copias que estén en manos de entidades de inteligencia y otras agencias del poder ejecutivo. Si el informe seguía en manos de funcionarios del poder ejecutivo, hubiera estado supeditado a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Los materiales del Congreso no están sujetos a dicha ley.
La CIA y su oficina del inspector general, así como la oficina del director nacional de inteligencia, han devuelto sus copias. El FBI y los Departamentos de Estado, de Justicia y de Defensa también poseen copias del informe de 6.770 páginas.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, de California y expresidenta de la comisión, calificó la decisión de Burr de "alarmante y preocupante".
"Esto crea un precedente peligroso", dijo, y advirtió que "un sinnúmero de informes y archivos históricos" podrían ser anulados con el mismo procedimiento. "Ningún senador, sea presidente o no, tiene la autoridad de borrar la historia. Creo que eso es lo que trata de hacer el presidente de la comisión".
El así llamado "informe sobre tortura" tiene un largo historial.
La comisión de inteligencia del Senado pasó años investigando la detención y técnicas de interrogación de la CIA a presuntos terroristas capturados por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre. Las técnicas autorizadas por el gobierno del presidente George W. Bush incluían el ahogamiento simulado, considerado una forma de tortura. Los interrogatorios se realizaron en prisiones clandestinas en varias partes del mundo, fuera de la jurisdicción de las cortes estadounidenses y del sistema de justicia militar.
En diciembre del 2014, la comisión publicó un resumen del informe, el cual se autorizó que dejara de ser secreto. El informe completo siguió siendo secreto, pero fue enviado a varias agencias del gobierno.
Los demócratas y republicanos disputaron fuertemente por el contenido.
En 2015, Burr le pidió a las agencias del gobierno del presidente Barack Obama que le devolvieran las copias del informe. No lo hicieron. La Unión Americana por las Libertades Civiles demandó a la CIA para que le entregara todo el informe secreto, pero no lo ha recibido.
Después de más de dos años de litigio, las cortes federales han fallado que el informe completo de la comisión de inteligencia del Senado de 2014 relacionado con el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA es un documento del Congreso, afirmó Burr el viernes en un comunicado.
He instruido a mi personal para que recupere las copias de ese estudio del Congreso que están en poder de las agencias del poder ejecutivo y, como hace la comisión con toda la información secreta y compartida, implementará las medidas necesarias para proteger las delicadas fuentes y métodos contenidos en el informe, agregó.