El proyecto de Marcelo Bielsa en Lille echa a rodar con entusiasmo y tan amateurista como de costumbre. Considerado por Pep Guardiola como el número uno de los banquillos, su obsesiva pertinacia y figura misteriosa es distorsionada en los medios hasta la caricatura. Bielsa no concede entrevistas y salvo en la intimidad no se arranca la máscara de hierro.
Las cuestiones públicas las resuelve en público y no en privado y tiene muy mal concepto de la prensa. "Es una vergüenza que los medios eduquen a la gente porque tienen unos intereses específicos distintos a la educación", expresó entre aplausos en una conferencia en Brasil.
"La primera orden con la que llego a Lille es de mi esposa. Me obligó a sonreír y a mirar a la cara en ruedas de prensa", indicó un Bielsa que quiere desprenderse de un pasado de desavenencias con los dirigentes del Athletic, Olympique de Marsella y Lazio. El técnico argentino no tolera que lo seduzcan a través de la mentira como acostumbran en los palcos. Por eso recupera la felicidad futbolística junto a un presidente como Gerard López, al que conoció hace años y le prometió que se embarcaría en sus planes deportivos aunque fuera en Segunda.
López estuvo muy cerca de comprar el Lugo y ahora en Lille pensó en Bielsa desde el primer momento. La primera pregunta que le hizo Bielsa antes de embarcarse en el proyecto fue '¿Cómo son las personas en Lille y qué es lo que quieren ver en un estadio?', ya que considera que el fútbol es del hincha y sin él no es nada, por lo que se enfada cuando no logra descifrar los cánticos de la grada.
Además, Bielsa le ha mandado un cuestionario con 200 preguntas a sus futbolistas para conocerlos emotiva y humanamente. Una de sus preguntas en el test fue '¿Qué piensa de la pobreza en el mundo?' Le encantan los jugadores creativos pero valora el sacrificio. "El esfuerzo se expresa corriendo, porque correr es implicarse, correr es no desentenderse", argumenta. Y lleva sus convicciones como bandera: "Si mis mis hijas, si fracasan en un examen, lo único que observo es si estudiaron lo suficiente. Si no tuvieron estatura psíquica para expresar lo que sabían, si estaban nerviosas, o lo que sea, yo no digo: "Mirá, todo lo que hiciste no sirve para nada porque no dispusiste de tu saber". Lo importante no es disponer, sino desarrollar para que fructifique", comentó en su última temporada en el Athletic.
Especialista en fracasos, según se autodenomina, muestra con más orgullo aquel curso convulso que los éxitos del primer año en Bilbao: "A mi me estimula muchísimo más la lucha por evitar la humillación y la vergüenza que la lucha por obtener el reconocimiento y la gloria, porque como no creo en el segundo aspecto, tengo muy claro a donde ubicar las energías, cómo ubicarlas, y saber qué tipo de entusiasmo hay que poner en cada una de las situaciones que a uno le toca enfrentar", analizó.
En su presentación en Lille expuso su filosofía futbolística a los hinchas: "Buscaré protagonismo. Todo el tiempo posible atacando, campo rival más que propio, pelota al piso y no por arriba". El homenaje que le quiere brindar al aficionado del Lille es ser fiel a su forma de entender el deporte. "Prefiero no obtener un punto buscando obtener 3 que obtener 1 sin ninguna posibilidad de tener tres", declaró en una de sus últimas conferencias.