Presupuesto de Trump reduce programas, aumenta gasto militar
Donald Trump presenta plan presupuestario de 4,1 billones
El presidente Donald Trump cumplió el martes una importante promesa de campaña, al presentar un proyecto de presupuesto de 4,1 billones de dólares que daría un vuelco a Washington. Pero generó algunos reproches, incluso de algunos aliados republicanos, debido a los recortes políticamente poco realistas a la red de seguridad social para los pobres y a una amplia gama de programas.
El presupuesto, el primero de Trump como presidente, combina su plan de gastos para el próximo año fiscal 2018 con una promesa de balancear las cuentas del gobierno en una década a través de recortes agresivos, un impulso al crecimiento económico y a un ardid contable de más de 2 billones de dólares.
Por medio de un gobierno simplificado, impulsaremos un auge económico que incremente los ingresos y expanda las oportunidades laborales para todos los estadounidenses, declaró Trump en su mensaje presupuestal.
Llegó prácticamente muerto, opinó el segundo republicano de mayor rango en el Senado, John Cornyn, de Texas.
La propuesta refleja una visión conservadora de un gobierno más pequeño, un recorte drástico a los programas para pobres y discapacitados para empujarlos a la fuerza laboral, así como un gran incremento en materia militar y de seguridad fronteriza. Prevé hundir la ley de cuidados de salud del presidente Barack Obama y una reforma al código fiscal, que representa un beneficio para los estadounidenses más acaudalados.
El plan está atado a 3,6 billones en recortes a dependencias de gobierno, cupones para alimentos, Medicaid, fondos carreteros, seguro de cosechas e investigación médica, entre otros. Muchos de los votantes que impulsaron el triunfo de Trump en las elecciones de noviembre recibirían mucho menos del gobierno federal.
Ya no mediremos la compasión por el número de programas o el número de personas en esos programas, sino por el número de personas a las que sacamos de esos programas, dijo Mick Mulvaney, director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, el proyecto impulsa el gasto militar en decenas de miles de millones de dólares y solicita 1,600 millones de dólares para levantar un muro en la frontera con México, mismo que Trump prometió a sus votantes que sería pagado por el vecino país del sur. México rechaza tajantemente esa posibilidad.
La propuesta obtuvo una fría recepción de republicanos y demócratas en el Congreso, quienes insisten en que tendrán la última palabra mientras luchan por completar una propuesta de ley de salud y reescribir el código fiscal.
Los recortes a los cupones de alimentos sacarían a millones de personas del programa, mientras que una oleada de recortes a Medicaid aunados a los más de 800.000 millones de dólares que se incluyen en la propuesta de reforma de salud que aprobó la Cámara de Representantes podría dejar sin atención médica a millones de ancianos pobres. También obligaría a que algunas personas que están en el programa de discapacitados del Seguro Social, vuelvan a la fuerza laboral.
Los recortes propuestos son crueles, dijo el veterano representante republicano, Harold Rogers, quien representa a un distrito pobre de Kentucky. No son algunos ajustes, se trata de recortes muy, muy profundos.
No creo que el presupuesto del presidente llegue a ningún lado, dijo Bill Cassidy, senador republicano de Luisiana.
El presupuesto reduciría los beneficios de pensión para los trabajadores federales en 63.000 millones de dólares al eliminar los ajustes de costo de vida para la mayoría de ellos y obligar a que los empleados realicen mayores contribuciones.
En el sector agrícola, limitaría los subsidios que se otorgan a los granjeros, incluyendo la adquisición de un seguro de cosecha, un concepto que ya fue criticado por legisladores de estados agrícolas.
Ya perdimos el 40% de nuestra cosecha de trigo ¿y me dicen que harán grandes recortes al seguro de cosechas? preguntó el presidente de la Comisión de Agricultura del Senado, Pat Roberts, republicano de Kansas City. Vamos, eso no está bien.