Comunidad mexicana llora a muertos por explosión
Una comunidad del centro de México despide a los 14 muertos que dejó una explosión de fuegos artificiales
Una remota comunidad montañosa en el centro de México rindió un emotivo adiós el miércoles a las víctimas de una explosión de fuegos artificiales que mató a 14 personas, incluyendo 11 niños.
Los residentes de San Isidro, en el estado de Puebla, se reunieron bajo una carpa en la que pequeños ataúdes yacían cubiertos con flores y cruces. En la cocina de una casa de hormigón, los asistentes presentaron sus respetos a un niño de 6 años de edad, cuyo cuerpo fue envuelto en una sábana blanca.
La explosión del lunes fue causada por un cohete errante que cayó en un montón de fuegos artificiales almacenados en una casa para una celebración religiosa.
Adriano Serrano Rosas, el dueño de la casa que quedó totalmente destruida, dijo que perdió tres hijos y dos nietos en la explosión, todos de entre 4 y 18 años de edad.
Serrano, quien sufrió de lesiones en la cabeza y la mano durante el incidente, dijo que una vez que pasó el sonido de la explosión y dejaron de caer los escombros, volteó y vio a su hijo de 14 años, Ambrosio, tendido en el suelo y sangrando de la cabeza.
Le dije: Mijo, ya te me adelantaste', y ya me senté aquí abrazándolo, relató Serrano.
Muchos de los cerca de 400 residentes del poblado se presentaron al funeral. Algunos prepararon alimentos para que se sirvieran durante un almuerzo al aire libre.
Los fuegos artificiales son parte fundamental de las festividades en México, y los estallidos accidentales son relativamente comunes, a menudo acompañados de víctimas fatales.
El 20 de diciembre, varias decenas de personas murieron después de que una reacción en cadena arrasó con un mercado de pirotecnia en Tultepec, una comunidad al norte de la Ciudad de México, mientras las personas compraban cohetes para sus festejos de fin de año.
Desde entonces se han presentado al menos otras dos explosiones letales de pirotecnia en el país, incluyendo una en una casa de Tultepec y otra en un taller de fuegos artificiales en el estado de Tlaxcala, aledaño a Puebla.