Pakal el Grande: ¿genio militar, dios o extraterrestre ancestral?
Los arqueólogos, los intelectuales, los turistas, y en general el público de todas partes del mundo, sienten desde mediados del siglo pasado una creciente fascinación por el legado maya.
De los antiguos pobladores de la península de Yucatán y regiones adyacentes, se han dicho todo tipo de cosas. La precisión de su calendario, sus conocimientos matemáticos, sus pirámides, sus avances en astronomía, confieren al antiguo pueblo maya un aura de prestigio y misterio que muy pocos pueblos antiguos poseen.
Entre la cultura maya no escasearon los caudillos, aunque se sabe poco de ellos debido a las dificultades que los especialistas han encontrado para traducir estelas e interpretar relatos. Aun así, se han logrado reconstruir las historias de diversos dioses y personajes relevantes.
Sin duda, el personaje histórico más importante del que se tiene noticia es Pakal. Se le conoce como Pakal el Grande, para diferenciarlo de un Pakal anterior, al que se llama el Viejo.
En la zona arqueológica de Palenque, en la parte superior del Templo de las Inscripciones, el arqueólogo Ruz Lhuillier hizo un hallazgo trascendental. Era el 27 de noviembre de 1952 cuando anunció haber hallado la osamenta de Pakal. Habiendo entrado en la cámara mortuoria en compañía de su equipo, el investigador hubo de valerse de gatos hidráulicos para levantar una losa pesadísima que parecía la cubierta de un altar. No era tal, sino la tapa de un sarcófago. En el fondo yacían los restos del legendario rey maya.
Pakal el Grande, conocido por sus súbditos como K'inich Janaab' Pakal, fue ahau, o gobernante como decimos nosotros, del señorío maya de B'aakal, con capital en Lakam Ha', hoy llamada Palenque. En esos tiempos, los mayas no conformaban un estado federado, sino una multitud de pequeños señoríos que guerreaban constantemente entre sí.
Pakal el Grande vivió entre 603 y 683 de nuestra era; ochenta años en total, edad muy avanzada en su tiempo. Fue ahau durante sesenta y dos años. Su régimen en un principio se caracterizó por la paz y la prosperidad, pero en 659 Pakal lanzó una campaña militar que hizo de B'aakal uno de los señoríos más importantes.
Pakal se ha convertido en un personaje sumamente popular debido a las circunstancias en que ha sido hallado su cuerpo. Cabe mencionar la estatura de 1.65 metros que poseía el soberano, muy superior a la media dl pueblo maya de entonces. La formación de estalactitas y estalagmitas en su mausoleo hacen pensar a muchos que la tumba es mucho más antigua de lo que se ha datado. Igualmente, la estela que lo representa ha hecho que algunos científicos, desde soviéticos hasta estadounidenses, hayan conjeturado que el supuesto rey era en realidad un astronauta.
Todas estas elucubraciones han sido rebatidas por los académicos modernos. En lo que sí hay consenso es que Pakal el grande era considerado por sus contemporáneos un semidiós, si no es que un dios en toda regla.
Tal vez la apoteosis de que fue objeto Pakal se debió a sus brillantes triunfos militares. En 675, B'aakal, el señorío de Pakal, logra imponerse definitivamente a sus enemigos de oriente y occidente. Es capturado el caudillo enemigo, Sak-jal K'in. El 17 de octubre de 675, este alto dignatario rival fue sacrificado al dios Ich Cham Ajaw.
El legado de Pakal no se limitó a las armas. Las artes, especialmente la arquitectura, fueron impulsadas durante su mandato. Si bien la escritura ya era conocida por los mayas antes de comenzar el reinado de Pakal, fue bajo las órdenes de este ahau que da inicio la costumbre de grabar en piedra los jeroglíficos mayas. Recurso magnífico, pues ha permitido que lleguen hasta nuestros días las historias de los antiguos señoríos mayas, así como sus avanzadas ciencias.
Las controversias en torno a la figura de Pakal no son sólo entre científicos y amantes del misterio. También entre los investigadores oficiales hay serias diferencias.
Tratando de zanjar las disputas, en 2003 fueron analizados nuevamente los restos óseos del ahau maya. La investigadora Vera Tiesler concluyó, con su equipo de colaboradores, que Pakal tenía más de 55 años de edad al morir, que había padecido artritis y osteoporosis, y que su estatura había sido de 1.65 Metros.
Por su parte, los investigadores alternativos amán más su propia versión de Pakal. Para ellos el célebre ahau fue un astronauta, de rasgos físicos muy distintos a los mayas. Llegó en una nave espacial hace muchos miles de años, compartió sus conocimientos prodigiosos, y fue homenajeado como un dios por los agradecidos habitantes de Palenque.