Alemania: Ministra criticada por caso de soldado extremista
El arresto de un soldado sospechoso de planear un ataque ultraderechista está aumentando presiones sobre la ministra de Defensa de Alemania, ya criticada por una serie de casos de abusos en las fuerzas armadas del país
El arresto de un soldado sospechoso de planear un ataque ultraderechista está aumentando presiones sobre la ministra de Defensa de Alemania, ya criticada por una serie de casos de abusos en las fuerzas armadas del país.
La ministra Ursula von der Leyen canceló un viaje a Estados Unidos y viajó apresuradamente el miércoles al pueblo francés de Illkirch para visitar el cuartel donde el teniente de 28 años había estado estacionado como parte de una brigada franco-alemana hasta su arresto la semana pasada.
El oficial, identificado solamente como Franco A. debido a las leyes alemanas de privacidad, al parecer planeaba cometer un acto de violencia y había atraído previamente la atención de sus superiores por expresar posiciones de extrema derecha en una tesis universitaria en el 2014, pero solamente recibió una advertencia.
Las opiniones de A. fueron "muy drásticas, con términos muy fuertes, dijo el vocero del ministerio de Defensa Boris Nannt y añadió que fue un error emitir solamente una advertencia sin escalar el incidente.
"Si uno mira ese incidente y lo pone en el contexto actual, es sorprendente que no se llamó a la inteligencia militar, les dijo Nann a reporteros en Berlín.
La agencia investiga en estos momentos 28 casos de extremismo de ultraderecha en las fuerzas armadas, dijo. Las fuerzas armadas tienen unos 178.000 miembros en servicio activo.
Von der Leyen planeaba reunirse el jueves con los jefes de las fuerzas armadas para discutir el caso, además de varias investigaciones separadas sobre abuso sexual e iniciaciones brutales que datan de varios años.
El caso de Franco A. llamó la atención de las autoridades cuando escondió una pistola en un baño en el aeropuerto de Viena y fue sorprendido cuando trataba de retirarla en febrero.
Fue dejado en libertad, pero las autoridades austriacas informaron a Alemania y las huellas digitales mostraron que el hombre estaba registrado como refugiado, lo que motivó la investigación.
Los investigadores tratan de determinar cómo A., que estaba estacionado en Francia y no habla árabe, consiguió engañar a las autoridades alemanas para que creyesen que era un refugiado sirio y recibir cupo en un albergue de refugiados y ayuda financiera.
Dicen que el oficial pudiera haber estado planeando un ataque y culpar a extranjeros. El grupo de prensa RND reportó el martes que funcionarios de defensa piensan que el hombre era parte de un pequeño grupo de ultraderecha de unas cinco personas.