Liberan a cineasta iraní que estaba encarcelado
Un galardonado cineasta iraní es puesto en libertad tras estar encarcelado cinco meses por su trabajo.
Un galardonado cineasta iraní fue puesto en libertad tras estar encarcelado cinco meses por su trabajo y dijo el domingo que no sabe si es que volverá a hacer películas en la república islámica.
Keywan Karimi dijo a The Associated Press que salió en libertad antes de cumplir su sentencia completa de un año de cárcel y que gracias a la presión internacional evitó los 223 latigazos que eran parte de su sentencia.
El cineasta es uno de varios artistas, poetas, periodistas, modelos y activistas arrestados en operativos de mano dura contra la libertad de expresión. Las muestras de expresión han sido dirigidas por oponentes de línea dura del presidente Hassan Rouhani.
Karimi dijo en una entrevista por Skype que cumplió su sentencia en la prisión Evin de Teherán, donde están detenidos prisioneros políticos e iraníes con doble nacionalidad arrestados por el servicio de seguridad. Dijo que el primer mes lo pasó en solitario, en un lugar que estaba "muy sucio, muy frío".
Agregó que tuvo dolor de estómago y en las piernas, pero que al final se recuperó. Luego lo pusieron en el área general, donde compartió un cuarto con otros 20 reos.
"Estas muy lejos de ser libre, muy alejado de algo que amas", dijo.
Karimi fue declarado culpable de "insultar santidades" en Irán, donde el líder supremo ayatolá Ali Khamenei monitorea al gobierno.
El caso involucraba tomas de un "video clip" y una cinta que Karimi dirigió, llamado "Escribiendo en la ciudad", que se enfoca en grafitis políticos en Irán desde la Revolución Islámica de 1979 hasta la elección de 2009, que fue cuestionada.
Karimi quizás es más conocido por críticos internacionales por su corto minimalista en blanco y negro "The Adventure of the Married Couple (La aventura de una pareja casada), de 2013. El filme, basado en la historia del escritor italiano Italo Calvino, trata sobre la rutina de un hombre y su esposa que trabajan en horarios opuestos. Ella labora en una fábrica de botellas y él en una tienda de maniquíes. Ninguno de los dos habla y como fondo solo se escucha el ruido de la ciudad en la que viven.
El corto fue mostrado en unos 40 festivales de cine y ganó premios en España y Colombia.