Tribeca: Bourdain hace renuentemente papel de activista
Anthony Bourdain se resiste pero interpreta el papel de activista en Tribeca
Anthony Bourdain se resiste a ser identificado como activista y, siguiendo su espíritu de escéptico, tiene tatuado en un brazo en griego "no estoy seguro de nada".
Pero en el Festival de Cine de Tribeca, Bourdain presentó un poco a regañadientes el documental "Wasted! The Story of Food Waste", en el que presenta apasionadamente argumentos contra el desperdicio de comida, desde los supermercados a las cocinas caseras, a pesar de que cualquier tipo de activismo le da recelo casi al grado de hacerle sentir mal físicamente.
"Al viajar tanto como lo he hecho, suelo ir a lugares pensando una cosa tan solo para que me demuestren que estoy mal y me vea obligado por las circunstancias y la exposición a repensar cualquier preconcepción que podría haber tenido", dijo Bourdain en una entrevista reciente. "El activismo parece requerir un nivel de seguridad y dedicación con el que me siento incómodo. Yo soy de los que rentan, no de los que compran en cuanto a ideologías. Soy un escéptico. Creo mucho en el escepticismo, no quiero parecer un tipo con una agenda".
No es que Bourdain sea apolítico. Las innumerables comidas que ha compartido a lo largo de los años en sus programas de televisión, de "No Reservations" a "Parts Unknown", son verdaderos banquetes tanto culinarios como temáticos que crean una conversación cultural superior. De las tradiciones que mantienen vivas los inmigrantes, de la gloria de la comida callejera, del poder de compartir el pan con gente de todo tipo.
Pero pronunciarse sobre un problema en el éticamente cargado mundo culinario de la actualidad es un paso más para Bourdain. ¿Qué fue lo que le llamó la atención para luchar contra el desperdicio de comida? Una vida bajo el principio inculcado en el él de que "todo se cocina y nada se desperdicia" y profundizado por "un régimen opresor en la cocina tras otro".
"La intención de esta película concuerda con algo que siento profundamente dese el punto de vista de un cocinero con educación clásica que creció en un sistema donde la idea del desperdicio es aborrecedora", dijo Bourdain. "La historia de la comida como cocinero profesional es maximizar tus ganancias, desperdiciar lo menos posible, vender lo que no se usa en el plato principal. Y tras viajar por el mundo veo una y otra vez cómo las circunstancias obligan a la gente a cocinar muy, muy bien y a sacar provecho de la poca comida que tienen".
La película, dirigida por Anna Chai y Nari Kye y con Bourdain como productor ejecutivo, muestra la tragedia de los desechos a través de una historia colorida.
Algunos datos: casi un tercio de la comida producida para consumo humano cada año se queda sin ser consumida. En Estados Unidos, más del 90% de la comida desperdiciada termina en un vertedero con un costo anual de 1 billón de dólares. La película muestra a quienes usan soluciones creativas para atacar el problema, como una cerveza llamada Toast hecha con sobras de pan de sandwich, o una tienda de descuento que vende excedentes de comida donados.
La película también aboga por el sabor y el ahorro de platillos que generalmente se hacen con partes de los animales que suelen ser desechadas.
"Me encantan las tripas, las colas de res, los cachetes", dijo Bourdain. "Me gusta ir a un restaurante en Japón donde no venden nada más que cuellos y la carne alrededor de las aletas de los pescados, esas son las cosas que apasionan más a los cocineros. Es divertido cuando ves todas esas cosas que sólo los pobres solían comer ahora en el platillo hipster del momento".
Lo más escandaloso es el desperdicio en los supermercados donde los pasillos buscan mostrar abundancia, a pesar de que esto implica llenar las repisas sin tener la intención de vender todo.
"Para que sus pasillos se vean de cierta manera y den la impresión de abundancia con lo más fresco y lo mejor han hecho que sea necesario desperdiciar una enorme cantidad de comida que en cualquier otra situación sería vital para la gente", dijo Bourdain.
"Wasted!" es el más reciente proyecto cinematográfico de Bourdain. Ser un "nerd del cine", dijo, "es un requisito necesario" para el equipo de producción de "Parts Unknown". Recientemente Bourdain mencionó las 10 películas que son una referencia constante en su programa, de "In the Mood for Love" de Wong Kar-Wai a "The Friends of Eddie Coyle" de Peter Yates. La próxima temporada, prometió, redirá una oda, "si no es que un robo descarado", a David Lean ("Lawrence de Arabia") cuando viaje a Omán.
La semana pasada Bourdain estrenó "Jeremiah Tower: The Last Magnificent", un documental que produjo sobre ese chef.
Más películas, incluso algunas de ficción, podrían venir. "Uno de los grandes placeres de mi vida ha sido estar en el equipo de guionistas del programa de David Simon 'Treme''', dijo Bourdain. "Esa fue una experiencia bastante divertida y emocionante para mí. Eso me interesa".
Mientras tanto espera que "Wasted" haga que la gente piense "desde una perspectiva no didáctica". Entonces podrá dejar de hacer de activista.
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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jakecoyleAP