Ex directivo farmacéutico condenado por brote de meningitis
Ex directivo farmacéutico condenado por brote de meningitis
El cofundador de una farmacia de Massachusetts fue absuelto el miércoles de la muerte de 25 personas, pero condenado por otros cargos de extorsión derivados de un brote nacional de meningitis en 2012.
Barry Cadden fue acusado de homicidio simple, asociación ilícita y cargos bajo la ley federal sobre extorsión. El brote causó 64 muertes y enfermó a otras 700 personas en 20 estados.
El jurado, que deliberó durante cinco días, lo exculpó de las muertes, pero lo halló culpable de extorsión asociación ilícita y fraude postal.
Cadden, de 50 años, permanecerá libre bajo fianza hasta que se pronuncie la sentencia, lo que está previsto para el 21 de junio.
En septiembre de 2012, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades iniciaron la investigación de un brote de meningitis fúngica y otras infecciones en pacientes que habían recibido inyecciones de esteroides en el New England Compounding Center en Framingham. El brote afectó 20 estados, principalmente Indiana, Michigan y Tennessee.
Durante el juicio, que duró dos meses, los fiscales dijeron que Cadden regentó la empresa de manera "extraordinariamente peligrosa" al soslayar las normas de esterilidad y limpieza con el fin de impulsar la producción y ganar más dinero.
"Era evitable, pero sucedió porque este hombre, Barry Cadden, decidió que las ganancias eran más importantes que los pacientes", dijo la fiscal federal Amanda Strachan en su alegato final.
Los abogados defensores dijeron que Cadden no era responsable de las muertes. Señalaron que Glenn Chin, un supervisor, estaba a cargo de las llamadas salas estériles donde se fabricaban las drogas. Chin se declaró inocente de cargos similares.
"Si bien cada una de estas historias es horrible, no hay nada que demuestre que el señor Cadden hizo algo que el gobierno pueda vincular a la muerte de esa persona", dijo el defensor Bruce Singal.
Los fiscales dijeron que la empresa usó ingredientes vencidos y falsificó los archivos para aparentar que las salas estériles habían sido desinfectadas, cuando no lo fueron.
Los investigadores hallaron fuentes múltiples de posible contaminación, como agua estancada, hongos y bacterias en el aire y en los guantes de los trabajadores. La empresa NECC pidió la quiebra al ser demandada por cientos de víctimas o sus herederos. NECC y compañías afines llegaron a un arreglo civil para pagar 200 millones de dólares a las víctimas o sus familiares.