Acciones de Trump suscitan temor a disponibilidad de datos
Ninguna transición generó un temor por el acceso a los datos gubernamentales de la magnitud de la de Donald Trump
¿Se pregunta quién visita la Casa Blanca? La búsqueda en el cibersitio no arroja resultados. ¿Siente curiosidad acerca del cambio climático? Algunos sitios web del gobierno se han suavizado o eliminado. ¿Preocupado por la discriminación racial en la vivienda? Se han aprobado leyes para impedir el control de estas disparidades.
Desde su llegada al poder, el gobierno de Trump ha tomado una serie de medidas que han alarmado a los grupos relacionados con el acceso público a la información historiadores, bibliotecarios, periodistas, climatólogos o activistas de internet, entre otros. Algunos están tan preocupados que han impulsado sesiones de "rescate de datos" a nivel nacional y pasan sus fines de semana descargando y archivando bases de datos federales que temen puedan ser retiradas o vetadas pronto.
En el pasado, otras transiciones presidenciales generaron preocupación por el acceso a los datos gubernamentales, pero nunca con esta magnitud.
"Lo que no tiene precedentes es la escala de conexión y conectividad de los grupos que trabajan en esto, y el grado en que se están implicando bibliotecarios y científicos y profesores", explicó Alex Howard, subdirector de Sunlight Foundation, un grupo que monitorea la transparencia en el gobierno.
La Casa Blanca declinó realizar comentarios, pero partidarios de Trump señalan que los detractores del ejecutivo están reaccionando de forma exagerada. El presidente está comprometido con un gobierno abierto, señaló Ben Marchi, un trabajador de la formación republicana simpatizante de Trump. En una entrevista reciente con McClatchy, Marchi destacó que antes de anunciar la elección de Neil Gorsuch para la Corte Suprema se hizo pública una lista de 21 candidatos.
Sin embargo, las medidas tomadas por el gobierno de Trump han ayudado a avivar los temores. En febrero, el Departamento de Agricultura, retiró los datos de crueldad animal de su cibersitio, lo que provocó protestas de activistas por el bienestar de los animales, incluyendo Humane Society, que presentó una demanda contra la oficina.
También en febrero, el ejecutivo suspendió una ley promulgada por Obama que buscaba proteger a los denunciantes que trabajaban para contratistas del Departamento de Energía. La norma permitía la imposición de multas civiles a las empresas que tomaran represalias contra los informantes. Los partidarios de esta iniciativa apuntan que su rescisión complicará que los empleados de las centrales nucleares reporten preocupaciones por residuos, abusos o seguridad.
Según Howard, Trump ha dejado claro que perseguirá a quienes realizan filtraciones y calificó a los medios de comunicación de "enemigo del pueblo". Rechaza los datos científicos sobre el cambio climático y planteó dudas sobre el uso de vacunas.
"La reacción que estamos viendo está motivada por preocupaciones únicas hacia esta administración", señaló Howard.
Durante sus ocho años en el poder, el expresidente Barack Obama fue un obstáculo para los defensores de la transparencia gubernamental. Su Departamento de Justicia abrió nueve casos contra personas que filtraron información, frente a los tres de todos sus predecesores.
Pero Obama tomó también algunas medidas para incrementar la transparencia, como establecer un registro en internet de quienes visitaban la Casa Blanca. Esto permitió que periodistas y otros controlasen la labor de los grupos de cabildeo, incluyendo los vínculos entre el gobierno y la industria farmacéutica.
Pero el fácil acceso a ese registro desapareció en cuanto Trump tomó posesión. La Administración Nacional de Archivos y Registros dejó de pagar al contratista que mantenía la aplicación en cuestión durante la etapa de Obama. Sigue estando disponible en la web del gobierno anterior, pero solo contiene archivos en formato zip que son difíciles de descargar y analizar.
Hasta la semana pasada, el gobierno de Trump no había construido una página con información sobre las visitas recientes a la Casa Blanca, aunque dijo que publicará esos registros "de forma regular, una vez estén disponibles".
Otra información de interés también ha desaparecido. El listado telefónico de empleados del Departamento de Energía ha sido retirado del cibersitio de la agencia. Varias webs federales han sido alteradas para eliminar o suavizar las pruebas que vinculan la actividad humana con el cambio climático.
Aunque todos los gobiernos dejan su impronta ideológica en las páginas federales, bibliotecarios y otros profesionales temen que los datos que antes eran accesibles puedan no serlo ahora. Y por ello comenzaron a trabajar en equipo para salvar la mayor cantidad posible.
Bethany Wiggin, directora y fundadora del grupo de humanidades ambiental de la University of Pennsylvania, y otros empezaron a organizar docenas de sesiones de "rescate de datos" en las que se invita a activistas a participar con sus computadoras personales y sus ideas para identificar los datos federales que parecen vulnerables.
Por miedo a que las cifras relacionadas con la violencia por armas de fuego puedan desaparecer con el actual presidente, que tiene una estrecha relación con la Asociación Nacional del Rifle, Garen Wintemute hizo un llamado a sus socios en el Violence Prevention Research Program de la University of California, Davis.
En cuestión de minutos, el equipo estaba descargando una encuesta sobre victimización de delitos de la Oficina de Estadísticas de Justicia. Rastrearon la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego recopilando cifras de venta de armas al por menor. Guardaron registros de mortalidad disponibles en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que incluye la derivada del uso de armas.
"No creo que los CDC hiciesen eso por voluntad propia, pero podrían verse obligados", dijo Wintemute, médico en el servicio de urgencias. Los datos descansan ahora en un servidor seguro en la UC Davis.
El acceso a los registros federales existentes en una de las preocupaciones de los rescatistas de datos. La otra es si el gobierno seguirá recopilando información como en el pasado. A principios de año, por ejemplo, un grupo de republicanos entre los que estaban los senadores Mike Lee de Utah y Marco Rubio de Florida y el representante Paul Gosar de Arizona, introdujo una ley para revocar la promulgada en 2015 por Obama para reducir patrones previos sobre segregación en viviendas.
El enfoque de Trump hacia el acceso a datos federales aún no está del todo claro, pero un nuevo nombramiento podría ofrecer pistas. En las próximas semanas, el gobierno designará al director de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios, que está a cargo de la política federal sobre tecnología de información, política de información, privacidad y estadísticas.
"En adelante, esta va a ser una posición clave en la recopilación federal de datos", apuntó Raphael Calel, profesor asistente de políticas públicas en la Georgetown University.