Pentágono: Fuerzas de EEUU desempeñan nuevo papel en Siria
El Pentágono dice que efectivos estadounidenses desempeñan un nuevo papel en Siria
Las fuerzas armadas de Estados Unidos han asumido un nuevo papel en Siria con el despliegue de pequeños contingentes para impedir que se intensifique la confrontación entre los numerosos grupos armados y otras fuerzas que convergen en un campo de batalla cada vez más complejo.
Los efectivos estadounidenses se encuentran en las afueras del oeste de la ciudad de Manbij como elementos de "apaciguamiento y disuasión", y se han hecho notar con sus banderas norteamericanas, dijo el lunes Jeff Davis, capitán de la Armada y portavoz del Pentágono.
No se trata de una operación ofensiva o defensiva, sino de una misión diseñada para controlar las tensiones que, de lo contrario, podrían generar nuevos niveles de violencia en el norte de Siria, agregó.
"Es un recordatorio visual para cualquiera que pretenda iniciar un pleito, que la única lucha que debe librarse en este momento es contra el ISIS", afirmó Davis, quien utilizó el acrónimo preferido por el gobierno de Donald Trump para referirse al grupo Estado Islámico.
Manbij es un punto crítico porque Turquía afirma que los combatientes curdos sirios, a los que considera una amenaza para ese país, operan en la ciudad a pesar de los desmentidos de Estados Unidos.
Asimismo en la zona se encuentran las fuerzas del régimen sirio apoyadas por Rusia, al igual que combatientes árabes sirios respaldados por Washington.
La misión de "apaciguamiento y disuasión", como la describió Davis, no refleja un cambio fundamental en la estrategia de Estados Unidos en el combate al grupo Estado Islámico en Siria.
Esta operación parece haber surgido como una alternativa improvisada para impedir una intensificación del conflicto en Siria y para hacer que Turquía y los grupos de oposición sirios concentren sus recursos en la lucha contra el Estado Islámico y no entre ellos.
Davis dijo que el despliegue de los pequeños contingentes de efectivos norteamericanos en y los alrededores de Manbij lo dispuso el gobierno previo al del presidente Donald Trump, el cual comenzó en enero, y por lo tanto no necesita nueva aprobación en Washington.