Buscan a familia desaparecida en Francia
Funcionarios forenses aseguran el perímetro un vecindario en el oeste de Francia y buscaron rastros de una familia que desapareció, dejando un celular manchado de sangre, camas sin sábanas y una casa donde el tiempo "se había congelado"
Funcionarios forenses aseguraron el miércoles el perímetro un vecindario en el oeste de Francia y buscaron rastros de una familia que desapareció dejando un celular manchado de sangre, camas sin sábanas y una casa donde el tiempo "se había congelado".
La desaparición de la familia Troadec tenía características escalofriantes parecidas a casos ocurridos anteriormente: las computadoras habían desaparecido y se notaba que alguien había tratado de borrar apresuradamente los rastros de ADN. Las muertes de integrantes de otra familia en Nantes han asechado a investigadores de esta ciudad durante seis años. Las autoridades han estado buscando al padre de esta familia, sospechoso del asesinato de su esposa y cuatro hijos.
El fiscal de Nantes Pierre Sennes dijo a Europe 1 que esperaba "intensificar la evaluación de lo que podría haber ocurrido en la casa". Un boletín policial distribuido en todo el país dijo que la sospecha inicial recaía sobre el hijo de 21 años de la familia, "sospechoso" de tener un plan para matar a su familia y quizás suicidarse.
El Peugeot de Sebastien Troadec es el único auto que no fue hallado. Lo que sí encontraron en la casa fue su celular ensangrentado.
Al igual que los otros celulares de la familia, el celular de Sebastien Troadec no ha sido usado desde el 17 de febrero. A las camas le quitaron las sábanas y no hay cepillos de dientes en los baños.
El 23 de febrero, durante la inspección inicial en la casa de la familia Troadec en el suburbio de Orvault, se hallaron rastros de sangre de los padres Pascal y Brigitte, y de Sebastien, en la escalera y el piso de abajo. No se hallaron rastros de la hija de 18 años, Charlotte.
Esta semana, Sennes, el fiscal, inició una investigación de homicidio por el caso, luego que investigadores pasaron el fin de semana buscando pistas.
"Es como si el tiempo se hubiera congelado en la casa", dijo Sennes el domingo.
Los platos estaban amontonados en el lavadero, la lavadora estaba llena de ropa mojada.
De acuerdo con el diario local, Ouest France, los aparatos electrónicos de la familia habían desaparecido, pero la persona que se llevó estas pertenencias dejó los cables de enchufe. Esto mismo ocurrió en el caso de las muertes achacadas a Xavier Dupont de Lignonnes, cuya esposa y cuatro hijos fueron encontrados enterrados debajo de la entrada de su casa en el 2011, a menos de cuatro kilómetros de la casa de los Troadec. El hijo mayor de esta familia estudiaba en la misma escuela que Sebastien, dijo el periódico.
No se ha podido encontrar a De Lignonnes. La televisión nacional francesa transmitió un documental sobre el caso en enero, en el que su mejor amigo conjetura que ha comenzado una nueva vida en el extranjero.