"Florentino es un presidente consciente del poder que tiene, le gusta utilizar el poder. Tiene la soberbia del poder, es un gran empresario y le gusta manejarlo hasta en los más pequeños espacios y no se le escapa nada. Yo sé por ejemplo en mi época de El País si no le gustaba un pie de foto te llamaba. Eso demuestra el interés que a él le merecen los medios de comunicación y también su capacidad invasiva. El Real Madrid es una empresa formidable que tiene una repercusión mundial. Esa industria hace cualquier cosa por poner freno, apartar, utilizar a los periodistas y para decirte aquí el que tiene el poder soy yo y vosotros me merecéis muy poco respeto" (Santiago Segurola)
No habían pasado ni unos minutos y la máquina del fango florentinista ya empezaba a echar lodo por todas partes. Son los tiempos de la idiotización del mensaje en la televisión. Florentino Pérez cuenta con gángsteres en redes sociales (como se demostró en la Trama Púnica) y está enganchado a los programas narcotizantes.
El mensaje en ciertos programas está conducido. La banalidad no es inocencia sino intereses creados, explica el periodista Santiago Segurola. ¿Cuándo habrá un control antidoping en los platós? Para evitar la violencia es una medida mucho más sensata que cachear a los hinchas de fútbol. Los vendidos al poder han pasado del "'¡Alcalde, alcalde!" al "¡Queja, queja! Si todos se quejan de que robamos vamos nosotros a quejarnos por el trato televisivo".
El Real Madrid de Florentino presentará una queja formal a la LaLiga porque entiende que las repeticiones le son perjudiciales. Han leído bien: REPETICIONES PERJUDICIALES. Es difícil controlar el nuevo espacio público que se ha abierto en las redes sociales en las que cualquiera puede expresar su opinión sin necesidad de pasar por el filtro de ese aparente sentido común que otorgaban los medios del establishment y el poder establecido.
Hoy ya no marcan la pauta a seguir. Como argumentó el filósofo Bauman: "Twitter satisface el anhelo humano de estar en la esfera pública. Antes esto era muy difícil, tenías que estar bien considerado a ojos de una gran compañía como las televisiones para tener acceso a la esfera pública. Ahora con Twitter no te hace falta salir en la TV, no te hace falta el permiso de ningún consejo editorial. Ninguna gran compañía debe darte acceso, puedes hacerlo tú mismo gracias a Twitter. Twitter es la manera de evitar ser excluido de la esfera pública".
Las campañas mediáticas ya no sirven a los poderosos y se les vuelve en su contra en redes. No controlan el nuevo panorama. Compran y compran a gente en Twitter, vigilan y vigilan a los críticos pero ya no los pueden controlar. Así que acuden a lo único que han sabido hacer siempre: comprar e idiotizar para seguir robando.