Tsipras da por terminada la era de austeridad en Grecia
El primer ministro griego anuncia el final de la era de austeridad en Grecia
La era de austeridad se ha acabado para Grecia, según afirmó el viernes el primer ministro del país, que mostró una imagen positiva de las reformas que aceptó emprender el país tras el final de su último programa de rescate en 2018.
En una comparecencia ante el parlamento, Alexis Tsipras describió el acuerdo alcanzado el lunes como un "éxito excepcional" y dijo que demuestra que los acreedores del país han cedido a las insistencias de Grecia de que ya no puede soportar más austeridad presupuestaria.
"Estoy plenamente convencido de que alcanzamos un compromiso honorable", dijo Tsipras, añadiendo que todas las partes en la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona en Bruselas se habían mostrado de acuerdo en "por primera vez después de siete años... abandonar la senda de continua austeridad que dejamos atrás".
Grecia acordó el lunes aprobar nuevas medidas que entrarán en vigor en 2019, pero señaló que serán neutrales a nivel fiscal: por cada nuevo euro de carga sobre el contribuyente griego se restará una cantidad equivalente.
A cambio, los acreedores de Grecia acordaron enviar de nuevo a sus inspectores a Atenas la semana que viene para más conversaciones sobre cómo completar una demorada evaluación de progreso en el rescate.
Tsipras dijo que tanto las medidas solicitadas por sus acreedores como las medidas de alivio propuestas por el gobierno se aprobarán a la vez, y por lo tanto no hubo condiciones para aprobar las medidas de alivio fiscal.
El gobierno de coalición del primer ministro, liderado por la izquierda y rezagado en las encuestas, ha presentado el acuerdo como un paso decisivo y positivo para unos griegos cansados de la autoridad y golpeados por siete años de crisis financiera que sumieron al país en una depresión económica.
No se han revelado los detalles sobre las nuevas reformas, aunque muchas especulaciones apuntan a que ampliarían la base fiscal y añadirían más reformas laborales y de pensiones.
Grecia ha dependido de los fondos de tres rescates internacionales desde 2010, cuando se vio sin acceso a los mercados de bonos por unas primas disparadas.
A cambio de los préstamos, ha tenido que reformar su economía, introducir rondas de recortes de gastos y subidas de impuestos. Las medidas de austeridad contrajeron la economía del país en más de un cuarto y dispararon el desempleo. La cifra de parados ahora ronda el 23%, tras tocar un máximo del 27%.