Tomando como encabezado para este artículo, el título del maravilloso e icónico poema del poeta Francés Paul Éluard "Yo te nombro, libertad" quiero hacer una reflexión puntual, acerca de la grave situación en la que viven hoy los presos políticos de nuestra América latina, hecho vergonzante en pleno siglo XXI y solo justificado cínicamente por regímenes totalitarios, como el resultado del antagonismo de las ideas.
En Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, pensar distinto a los que ejercen de manera totalitaria como arbitraria el poder, es sinónimo de persecución, cárcel y en muchos casos sinónimo de muerte.
Hace cuatro años en Venezuela, el régimen totalitario de Nicolás Maduro, encarceló a Leopoldo Eduardo López Mendoza, valiéndose para ello, de un proceso amañado y sin ningún viso de legalidad. Al joven político socialdemócrata opositor, le inventaron cargos de conspiración, crímenes comunes y sabrá Dios cuantas otras fechorías para luego, recluirlo incomunicado en las ergástulas de ramo verde, mazmorra de la tiranía chavista. Leopoldo López es el símbolo más claro no solo de la injusticia y el abierto atropello a los derechos y dignidad humana por parte de las dictaduras corruptas del socialismo del siglo XXI, sino también, de la pasividad con que los organismos internacionales sean estos multinacionales o regionales se toman el tema de la defensa y promoción de los derechos humanos de los perseguidos y presos políticos.
Recientemente y tras casi dos años de ardua investigación, el gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, dio a conocer los vínculos del Vicepresidente Venezolano Tareck Zaidan El Aissami Maddah con Hezbolá (grupo terrorista palestino) y con carteles de narcotráfico. En esta misma investigación se dejó al descubierto el profundo grado de podredumbre que corroe las altas esferas del poder en Venezuela, paradójico, pues a los líderes políticos probos que se oponen al gobierno delincuente de Nicolás maduro se les apresa, mientras los malandros detentan el poder con suerte de impunidad total en el país, al menos por ahora. Los 107 presos políticos y el pueblo venezolano urgen de la solidaridad mundial a fin de lograr su pronta y merecida libertad.
En reciente conversaciones sostenidas con el Presidente del Partido Social Demócrata (PSD) de Nicaragua, Guillermo Alberto Potoy Morales, gran conocedor del tema opositor de Venezuela, además, de ser el grupo político que dirige en Nicaragua (PSD), par ideológico del Partido al que pertenece Leopoldo López Mendoza Voluntad Popular, este nos comentaba que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha padecido en los últimas semanas, una cruenta persecución y encarcelamiento injustificado de sus dirigentes, tal es el caso del diputado también socialdemócrata Gilber Caro, al que sin suspenderle su inmunidad parlamentaria y sin razón alguna lo encarcelaron y punto.
Además denuncian los socialdemócratas nicaragüenses los casos de los socialdemócratas venezolanos de Voluntad Popular y Acción Democrática respectivamente, Luís Florido y William Dávila, a los que les aplicaron retención migratoria a fin de que no viajaran al exterior a denunciar al régimen de Maduro. Los venezolanos hoy son víctimas de todo tipo de atropellos a sus Derechos y Libertades. Sin embargo, es obvio que el régimen corrupto y totalitario de Nicolás Maduro en Venezuela es insostenible, casi podemos asegurar que su existencia se agota a pasos agigantados, pues su mayor enemigo es el peso de sus mismos errores.
La Libertad como valor intrínseco del ser humano no debe ser vulnerada por razones políticas en ningún país. En Venezuela como en Cuba y Nicaragua, las experiencias que la persecución política ha heredado a sus pueblos son perversas. Los presos políticos de nuestra Latinoamérica no deben ser abandonados, olvidados. No olviden tampoco los verdugos en Venezuela que una vez que caiga el telón de la deshonra y la dictadura corrupta sucumba estrepitosamente, de ramo verde a Miraflores habrá un camino sin retroceso, el del restablecimiento de una democracia plena con derechos y libertades para todos los venezolanos por igual.